OPINIÓN: El barómetro
El programa de despacho
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Leo y me cuentan que estos días el alcalde de Collado Villalba anda reuniéndose con los clubes para conocer sus inquietudes y necesidades, a efectos de pergeñar su programa electoral, justo cuando la oposición, vía moción, acaba de poner el acento en la cascada de deficiencias que presenta la gestión deportiva del municipio -ver página 8 de este número-. Muchas de ellas son de dominio público y, cuando no han aparecido en prensa, han sido harto comentadas en distintos foros, pero no cabe duda de que la recopilación efectuada por el Partido Popular era necesaria. Se necesita un cambio de rumbo que, fundamentalmente, ponga al frente a una persona que viva el Deporte, no que se sirva de él, y con dotes organizativas al margen del poder superlativo de un alcalde. Los males detectados son de tal calibre que superan ampliamente esta legislatura. Desde la deleznable concejalía popular de José Juan Fernández, capaz de ejercer de veedor de toros en Salamanca cuando el Villalba asciende a Tercera División a la misma hora, pasando por el desmoronamiento de la de Fernando Ortega, primera socialista, tras un arranque prometedor, hasta llegar a la nula gestión actual de Rosana Crespo, que ni está ni se le espera, ningún grupo municipal ha sido capaz de dinamizar, cuidar y poner en valor el Deporte villalbino. Por el camino han desaparecido pruebas como las Tres Leguas, los trofeos ciclistas de San Antonio y Santiago, un club y una escuela de balonmano; se ha pagado tarde y mal a las entidades; no se han valorado los éxitos de los deportistas, que los ha habido; y, por si fuera poco, la flamante Ciudad Deportiva, bandera de la gestión socialista, presenta deficiencias más propias de un Superhumor de Pepe Gotera y Otilio. En fin, alcalde, ¿seguimos con la reunión?