Con Pajín y Aído, España está salvada

Para muchos resentidos ajenos a las mamandurrias, esto, tomado con moderación, pudiera parecerles una desfachatez, pero verá como hay quienes le consideran una falta de respeto al contribuyente, al ciudadano, un desprecio al pueblo apaleado que tiene la obligación de pagar los sueldos a todos los trepas y a no recibir ni una sola información del porqué de las decisiones peregrinas.

Menos mal que las alegrías nunca vienen solas. ¿Dónde me deja usted el disgusto que nos ha producido que la señorita Aído haya dejado de ser Ministra? Me consta el insomnio que ha producido a la ‘ciudadanía’. ¡Qué horror! Menos mal que la Igualdad por ella alentada no desaparece. A pesar de que esta señorita se haya convertido (junto a la Corredor) en la primera que pasa de Ministra a Subsecretaria, seguirá con todas sus competencias aunque desde un escalón más abajo. ¿Sueldo, chóferes, escoltas, dietas, funcionarios? Los mismos, ¿o cómo cree usted que debe tratarse a un bien nacional?.

Ya he dicho más arriba que por la misma situación -¿degradante?- pasa Beatriz Corredor, que la cesan de Ministra de la Vivienda para hacerle subsecretaria de lo mismo; claro que un Ministerio sin contenido, que nadie se explica cómo se ha mantenido hasta ahora, no puede desaparecer del todo, sino conservarlo en la sombra con los mismos gastos. Sin embargo, ella, esta ex-ministra, no ha estado encuadrada entre las miembras progresistas. Ha sido modestita, obediente, cumplidora, como una funcionaria del montón. Por tanto no comparable a esa fuerza de la naturaleza que la señorita Aído, mucho más meteórica que la señorita Pajín -que, por cierto, es vasca - ya que pasó de una cosa de flamenquito a Ministra del tirón. La vasca recriada en Benidorm, al menos, por sus propios méritos, llegó a ser Diputada, Senadora, Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Secretaria de organización del PSOE, todo un carrerón al alcance de pocos españoles, aunque acorde con su talento. No digo nada que no se sepa, aunque recordarlo puede tener consecuencias. Como va a tenerlas, no lo dude, que la nueva Ministra de Sanidad, asuma también la responsabilidad de la Política Social, ahora que ya no existe y, cómo no, la de Igualdad, claro que teniendo a su compañera Aído como leona rampante para defender estupideces, es una garantía. España está salvada.