Apostando por la inversión real

Quizá por eso los ciudadanos en todas las encuestas sitúan a la clase política como el problema que en sus preocupaciones inmediatamente sigue a esos otros dos.

La inversión es la determinante del empleo, sostenía el economista británico en su conocida Teoría General, y entre esa la inversión pública. En este sentido, el mayor estímulo para el empleo tendrá lugar, decía Keynes, cuando se lleve a cabo un programa de construcciones públicas financiado mediante empresarios, para con ello reemplazar los programas de ayuda pública que se venían pagando a través de los impuestos.

No cabe duda de que el trabajo de luchar contra el paro no puede ser asumido por una sola persona, por muy cualificada que sea su experiencia y conocimiento, del mismo modo que tampoco puede imputarse a Celestino Corbacho, ministro saliente, toda la responsabilidad en la materia.

Pero es claro que no hay en estos momentos una cartera ministerial más difícil y comprometida que esta de Trabajo e Inmigración, por lo que hay que desear toda la suerte del mundo a su nuevo titular, Valeriano Gómez, porque aunque supongo llega a este departamento con el bagaje necesario para ocuparlo con solvencia en una situación tan especial, la va a necesitar.

Tanto a él como al recién remodelado Equipo de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, les compete a partir de ahora contribuir a generar la confianza en el futuro para que los agentes sociales y económicos, empezando también por el sector público, apuesten definitivamente por la inversión real. Será entonces cuando el empleo empiece a tener un nivel elevado.