La feria taurina de Guadarrama no ha hecho nada más que comenzar. Por delante queda el grueso del serial con cuatro novilladas donde estarán presentes ganaderías de primer orden como El Ventorrillo, Montealto o El Pilar. El cartel que ha levantado una tremenda expectación, para el que se espera una gran entrada, es el de la novillada de la Hermandad de San Francisco, que cierra el abono el martes 5 de octubre. El inédito mano a mano entre Juan del Álamo y Víctor Barrio, los dos mejores novilleros de esta temporada, ha hecho que los aficionados de la capital no quieran perderse este duelo, en el que a buen seguro que la rivalidad y la competencia estarán presentes. Además, los utreros son de ganaderías poco habituales en novilladas: Victoriano del Río, Núñez del Cuvillo, Garcigrande, Joselito, El Torreón y Alcurrucén. La apuesta tanto de toreros como de ganado es altísima.
También tiene un fuerte tirón el cartel de mañana, sábado 2 de octubre, con una seria novillada del Ventorrillo. Cristian Escribano, Adrián de Torres y Emilio Huertas deben buscar un triunfo para su carrera.
Mientras tanto, la divisa madrileña de Montealto también tendrá a tres novilleros con mucho ambiente y triunfadores de esta temporada, como Esaú Fernández, Alberto López Simón y Ángel Puerta.
Y una de las divisas triunfadoras del presente curso, la salmantina de El Pilar, estará en Guadarrama el lunes 4, con la presencia de tres novilleros que saben y pueden torear muy bien como Arturo Saldívar, que repite tras su buena actuación en la novillada inaugural y que estará junto a Jiménez Fortes y David Galván. Todos los festejos comenzarán a las 17.30 horas.
El precio para asistir a cada una de estas novilladas es de 10 euros. Guadarrama es la feria más barata de España, en una clara muestra de promoción de la Fiesta.
La emoción de los encierros sigue presente cada día. Desde hoy viernes y hasta el próximo martes 5 de octubre, a partir de las 13.30 horas los toros recorrerán las principales calles de Guadarrama en unos encierros con masiva afluencia de público y con la presencia de corredores de toda España.
Saldívar y un bravo novillo de La Quinta, protagonistas del primer festejo del ciclo
La primera novillada de la feria de Guadarrama tuvo dos grandes protagonistas, el novillero Arturo Saldívar y el bravo utrero de La Quinta que cerró el festejo, en una tarde en la que el público acudió a un ciclo cada vez más asentado, con más ambiente y con una organización modélica a cargo de este Ayuntamiento serrano.
Saldívar demostró en la novillada del miércoles 29 de septiembre las grandes cualidades que atesora, cortando una oreja de mucha importancia. El otro gran puntal de este festejo inaugural fue el bravo y encastado novillo que hizo sexto. Un astado serio y muy en el tipo del encaste Santa Coloma, que se perfila como candidato a llevarse los premios al mejor de la feria de San Miguel y San Francisco de Asís, aunando grandes virtudes: casta, alegría, fijeza, profundidad y movilidad. Un novillo muy bravo el que Álvaro Martínez Conradi echó en Guadarrama, dentro de un lote desigual que tuvo utreros con poca casta y deslucidos.
Saldívar cortó la oreja del cuarto gracias a una faena bien planteada y muy sólida frente a un novillo que se movió con la cara alta y sin descolgar. El novillero afincado en Valdemorillo toreó muy asentado, con la planta quieta y sin importarle que su oponente no fuera franco en la embestida y protestara, dejando patente el gran valor sereno que tiene. Mató de una estocada y paseó una oreja de peso. Saldívar ya había estado muy seguro y queriendo frente al complicado novillo que abrió el festejo.
Javier Jiménez demostró ser un novillero con el que hay que contar. Estuvo muy templado con un novillo noble y con clase, llevándole muy a su altura sin apretarle. Demostró ser novillero de mucho temple, pero se pasó de faena y eso hizo que se enfriaran los ánimos del público, que calibra todo con mucho tino. Se le pidió una oreja con poca fuerza y la presidencia, que no regala nada, no la concedió. Jiménez anduvo más aperreado con el quinto, un ejemplar reservón y que repetía poco.
A Antonio Espaliú le vino grande un importante novillo que antes había peleado con bravura frente al picador. Comenzó bien la faena en una serie muy compacta, pero luego el de La Quinta fue imponiéndose a un torero que nunca se confió y no dio el paso al frente. El novillo exigía someterle, y Espaliú nunca lo hizo en una faena que fue diluyéndose poco a poco y que coronó mal con la espada. Así es muy complicado ser torero. El público tributó una gran ovación a tan bravo animal.