...Y de la Carlos III nunca más se supo

La noticia firmada por Elia Fernández anunciaba el visto bueno del acuerdo, que se llevaría a cabo una vez fueran aprobados los presupuestos de ese año. Y proseguía:. “En virtud de este convenio, la Universidad Carlos III delegará en el Consistorio villalbino la realización de diferentes cursos, talleres y eventos culturales, hasta lograr una sede permanente en este municipio. Sin embargo, esto no quiere decir que Collado Villalba vaya a tener un campus de esta universidad, ya que en la zona noroeste cuenta desde hace unos meses con el de Colmenarejo. Por tanto, el documento firmado ayer permitirá tener una presencia estable de la Universidad Carlos III en este municipio a través de su Fundación”.

Un millón de pesetas anuales
“La integración del consistorio villalbino en la Fundación Carlos III le costará a las arcas municipales un millón de pesetas anuales. A cambio, los vecinos de toda la zona noroeste de la Comunidad de Madrid podrán acceder a cursos de formación específica como los destinados a titulados en paro, planes de reciclaje para funcionarios municipales, becas y cursos de verano para universitarios o actividades culturales, entre otras muchas iniciativas” En cuanto al lugar en el que se llevarían a cabo estas actividades, según un portavoz del grupo municipal socialista, “lo más seguro es que en principio tengamos que destinar a tal fin algunos locales municipales. Sin embargo, si este proyecto se consolida, nos plantearemos la creación de una infraestructura propia. Es más, gracias a este convenio, todos los vecinos que deseen acceder a cualquier curso formativo promovido por la Universidad Carlos III no van a tener que salir del noroeste de la región para ello, mientras que hasta ahora debían trasladarse hasta ciudades como Getafe, Leganés o Fuenlabrada, que también forman parte de la Fundación del mismo nombre”
De la Carlos III a la UDIMA
Como decíamos, este proyecto se quedó en eso, en un proyecto, y lo único que se hizo realidad fue la implantación, años más tarde, de la Universidad Privada a Distancia (UDIMA), tras la polémica enajenación de suelo que el Consistorio local promovió al vender a esta entidad una parcela en la que posteriormente se construirían 9.500 metros de infraestructuras al módico precio de 450 euros / metro cuadrado edificable (unos 100 euros el precio bruto), situada junto a la calle Camino de la Fonda, zona privilegiada para este tipo de actividad. La oposición municipal denunció por entonces la vinculación profesional de González, antes de ser alcalde de este municipio, con los dirigentes de la UDIMA, un hecho bastante grave sobre todo si se tiene en cuenta que fue él quien llevó personalmente el peso de las negociaciones. También sorprendió la postura del regidor en favor de esta universidad, y más cuando su partido se había opuesto a su implantación en la Asamblea de Madrid y el Consejo de Universidades también la había rechazado al considerar innecesaria una universidad privada por entender que con la UNED se cumplían las necesidades de enseñanza superior a distancia en la región. Aún así, el Ejecutivo local siguió apostando por la universidad privada en vez de fomentar a la UNED, dotándole de mejores instalaciones y medios para que pudiera seguir creciendo dentro de este municipio.