Se le considera como el causante de la caída en desgracia de Tomás Gómez
Ignacio Varela, asesor ‘fantasma’ del alcalde, lleva cobrados cerca de 60 millones de pesetas
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
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De izquierda a derecha: Tomás Gómez, José Blanco y José Pablo González |
Bajo el título “El Ayuntamiento de Collado Villalba paga a una empresa 48.000 euros anuales por asesorar ‘verbalmente’ al alcalde”, El Faro del Guadarrama denunciaba el 16 de abril de 2009 la extraña relación existente entre el Ejecutivo local y la empresa VIDUIDO S.L., de la que es propietario el experto demoscópico de cabecera del PSOE, Ignacio Varela Díaz. Pues bien, el pasado 8 de septiembre ElConfidencial.com, en relación con el enfrentamiento que mantienen altos dirigentes de Ferraz con el secretario general del PSM, Tomás Gómez, tras negarse éste a ceder el puesto de candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid a Trinidad Jiménez, dice que “el ministro de Fomento y hombre fuerte del PSOE, José Blanco, odia a Tomás Gómez”. La animadversión, que arranca de la propia designación del ex alcalde de Parla como secretario general del PSM en julio de 2007 por decisión de Zapatero y en contra de los deseos de Blanco, tuvo su punto culminante con motivo del nombramiento por los socialistas madrileños de un consejero en Iberia. El ministro de Fomento intentó por todos los medios colocar en él a Ignacio ‘Nacho’ Varela, viejo amigo del vicesecretario general del PSOE y, al parecer, redactor de sus discursos, entre otras cosas, pero Tomás Gómez se negó e impuso a Javier Gómez Navarro. “Desde entonces -dice ElConfidencial.com- Blanco no ha dejado de hacerle a Gómez toda clase de putadas, generalmente sirviéndose para ello de la gente de Simancas”.
Dentro de la política nacional, ‘Nacho’ Varela es el experto demoscópico de cabecera del PSOE, un hombre que arrastra fama de clavar los resultados electorales con asombrosa precisión antes del cierre de las urnas y un consejero pluriempleado, tras haber desempeñado diversos cargos dentro del mundo financiero y empresarial. Así, ha formado parte de los consejos de Caja Madrid, Cibeles, Telefónica o la Agencia EFE. Asimismo, tiene sus propias empresas de ‘asesoramiento y estrategias de comunicación’, como Avances Martín y Varela S.L., M y V Gabinete de Análisis S.L y VIDUIDO, S.L., ésta última vinculada al Ayuntamiento de Collado Villalba desde el año 2000, al convertirse en protagonista de un largo contencioso que ha tenido como escenario el salón de plenos, donde los grupos de la oposición han solicitado reiteradamente al Ejecutivo local explicaciones sobre el “misterioso” trabajo realizado por esta empresa. José Pablo González, después de muchos requerimientos, únicamente se ha limitado a reconocer que Ignacio Varela, propietario y representante de VIDUIDO S.L, es su asesor y que su peculiar contrato “no requiere una actividad material específica, sino que se limita a labores de colaboración, asesoramiento técnico, aportación de ideas y elaboración de los informes orales o escritos que le sean solicitados por los departamentos de Comunicación, Alcaldía o por el Equipo de Gobierno”.
Un asesoramiento complejo
Hace un año, este periódico dejó clara la relación de Varela con Ferraz y ahora, tras la información publicada esta semana en el ElConfidencial.com, es fácil entender la afinidad de este experto demoscópico con la familia ‘simanquista’, a cuyos miembros, dicen, José Blanco suele utilizar para meterle el dedo en el ojo a Tomás Gómez. Y si a esto le añadimos que el Consistorio villalbino está regido por un alcalde de profunda e interesada confesión simanquista -se asegura que Ruth Porta y su esposo, Enrique Benedicto, son sus ideólogos- y que José Pablo González busca la ‘protección política’ del vicesecretario, José Blanco, es fácil entender el entusiasta apoyo prestado a la candidata oficialista de Ferraz en las primarias de Madrid, Trinidad Jiménez. Todo esto incluso nos puede permitir presuponer que los “asesoramientos verbales’ de Ignacio Varela al Ayuntamiento de Collado Villalba, donde nadie le conoce y donde nadie dice haberle visto durante esta larga década de supuesta relación institucional, pueden entenderse como meros asesoramientos personales al alcalde, dada su condición de experto en temas electorales y en los que le podría haber marcado las estrategias a seguir en los comicios celebrados en 2003 y 2007. Claro que si esta hipótesis fuera así, lo lógico es que José Pablo González se viera obligado a devolver a las arcas municipales los casi 60 millones de pesetas (unos 350.000 euros) que la empresa VIDUIDO S.L. ha percibido del Ayuntamiento desde 31 de octubre de 2000, cuando el Gobierno socialista le adjudicó un contrato hecho a su medida, a través del habitual concurso negociado y sin publicidad.