16100 | Anonimo - 29/07/2010 @ 17:29:16 (GMT+1)
Que un partido dé libertad de voto a sus diputados no me parece triste, sino todo lo contrario. Y la pena es que se trata de una práctica poco habitual y que no responde a otra razón que a nuestra mejorable democracia, en la que unas listas abiertas harían maravillas y encajarían de mejor manera con estas situaciones de libertad de voto. Ver en la actitud de CIU o de PSC un problema no es otra cosa que miopia. O, más aún, interés político por parte de quien firma el artículo, bien demostrado en su frase final, aunque adelantado en su pobre argumentario: ¿qué tiene que ver el aborto con los toros? Quizá tanto como la sentencia del Tribunal Constitucional con el evidente declinar en Cataluña de la fiesta de los toros. Un declinar que, no seamos hipócritas, en buena parte del resto de España (basta mirar en los pueblos de nuestras Sierra) se mantiene con dinero público de los ayuntamiento ¿a caso alguien ha reparado en cuántas personas acuden, de pago, a festejos taurinos abiertamente deficitarios para las arcas de todos?
No hay que defender lo indefendible y lo evidente es que, más allá de una fiesta para algunos, los toros son un negocio. Y va de capa caída porque el público así lo determina. Dejemos que sea el mercado, ese ente al que a buen seguro se ciñen para otras decisiones los más acérrimos defensores de los toros, quien determine si han de mantenerse o no los carteles. Y, en mayor medida, hagamos un ejercicio de reflexión y determinemos si es justo que se pague lo que se paga por una corrida a la que, al final, irán 200 personas tras pasar por taquilla. Si hay que reconvertir las plazas para otras funciones, que se haga; si los que están acomodados tras el burladero de Empresa, tienen que buscarse la vida por otro lado (muchos ya están en el ladrillo o vienen de allí), que lo hagan; y si el público decide no acudir a los toros, que no lo vaya. Lo injusto es mantener vivo algo que muchos consideran muerto. Y ni PSC ni CIU tienen la culpa de que en Cataluña sólo se celebren (celebrasen a estas alturas) corridas en Barcelona y con una temporada mucho más breve que en otros lugares.
La prohibición no me gusta, pero no nos confundamos...