Primeros festejos de la feria de los Remedios de Colmenar Viejo 2006
El ganado no embiste y lo más notable lo realiza Encabo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El comienzo de la feria de Colmenar Viejo ha sido bastante flojo. El ganado ha adolecido de mucha mansedumbre y falta de casta y fuelle, por lo que se han visto muy pocas cosas reseñables. Se han cortado varias orejas, o mejor dicho, se han regalado unas cuantas fruto del capricho del público o de la poca rigidez del presidente.
Pero no tenemos que engañarnos: Colmenar no es lo que era ni por asomo, es ya un vago recuerdo del pasado. El público va a la plaza por inercia, porque son las fiestas y atraídos por los nombres más conocidos del escalafón.
El sábado 26 se abrió la feria con una infumable corrida de toros de José Luis Pereda-La Dehesilla, donde sólo valió un toro, que le correspondió a Miguel Abellán y que si hubiera matado con más tino hubiera tocado pelo. Sí cortó una oreja Miguel Ángel Perera tras una labor sobre ambas manos en terrenos de chiqueros a un animal que dio pocas facilidades. Enrique Ponce abrevió e incluso fue abucheado.
El domingo 27 se lidiaron los toros de Adolfo Martín, de buenas hechuras y donde destacaron dos toros, aunque al final el resultado fue un poco decepcionante por lo mucho que se esperaba de la corrida después del éxito del pasado año. No fue mucho público, casi dos tercios, pero la verdad es que el cartel no invitaba a acudir a la plaza tras la ausencia de Ferrera y Fernando Cruz por estar convalecientes, y eso fastidió en parte. Al final actuaron Jesús Millán, Sánchez Vara y Luis Bolívar.
Millán cortó una oreja demasiado benévola tras una labor con temple y ganas de agradar a un animal de excelso temple y calidad pero un puntito soso. El encierro de Adolfo pecó de manso y falta de empuje, pero saltó un bravo toro que le correspondió a Luis Bolívar y que no aprovechó. El animal tuvo casta, motor, fijeza y humilló mucho, pero como toro bravo vendió cara su vida. Bolívar, descentrado, se sintió desbordado y no aplicó la lidia adecuada a un animal de estas grandes cualidades. Buen toro el del ganadero de Galapagar. Sánchez Vara se llevó un mal lote y tampoco se sintió nada cómodo.
El lunes 28 Encabo se llevó tres orejas en la mansa, descastada y deslucida corrida de Juan Albarrán, un encierro con buenas caras pero escurrido, terciado y sin remate de carnes. Encabo paseó el doble trofeo del cuarto, un animal con fondo de manso pero que rompió a embestir en la muleta. Le entendió bien el espada en tandas sobre ambas manos de buena factura y donde dio distancia al de Albarrán. Tras estocada trasera y descabello paseó el doble trofeo. Antes, cortó una oreja de su primero. Encabo hilvanó una faena ligera a un animal manejable y que llevó la cara alta. Otra oreja paseó “El Cid”, del animal que cerró tarde, un toro violento y brusco que tuvo la virtud de la transmisión. El sevillano dejó una faena compuesta pero un tanto rápida. Por su parte, “El Juli” pasó de puntillas por Colmenar tras pechar con un lote descastado y peligroso. El público le abroncó cuando el decidió machetear al quinto sin darse coba.