Los aullidos de Lobo Cojo

“Los tiempos que corren no son, precisamente, los mejores para que un despilfarrador de la talla de JP pueda seguir manteniendo su alto nivel de vida institucional. Cierto es que los recortes salariales impuestos por el Gobierno le van a costar casi 8.000 euros anuales (10 por ciento de su salario de ‘alcalde-ministro’), pero aún así continúa permitiéndose el lujo de viajar a Elche para hacer de palmero de Zapatero, previa parada en los Arenales del Sol (su Camp David alicantino), o acudir una tarde sí y otra también a Las Ventas, aunque esto le obligue a incumplir su agenda, como sucedió el pasado fin de semana, cuando ‘aterrizó’ con una hora de retraso en el acto que debía presidir en la Casa de Castilla-León, dice Lobo Cojo. Y lo peor de todo para el fenómeno no es que, a partir de ahora, la crisis le impida hacer obras faraónicas de 40 millones de euros, como la del parking-túnel de Honorio Lozano (la infraestructura más cara, absurda e inútil de nuestra región), sino que, además, va a tener que olvidarse de su ‘buga’ oficial, después de que la pobre tesorería local se haya gastado más de ocho millones de pesetas en su caprichosa adquisición y coger, para desplazarse, su flamante Touareg 4x4 si no quiere tener que utilizar el transporte público, como harán a partir de ahora consejeros, viceconsejeros y altos cargos de la Comunidad de Madrid. Y es que un chico como él, con sus conocidas y desmesuradas apetencias políticas, sobre todo tras el padrinazgo de Pepe Blanco, no va a tener más remedio que dar ejemplo. ¿O no?”