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SAN ISIDRO: HOY REGRESA A MADRID MORANTE DE LA PUEBLA

Perera corta un oreja dentro de una semana con flojos resultados

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Perera corta un oreja dentro de una semana con flojos resultados
En el ecuador de San Isidro, la feria todavía no ha roto. Le está costando mucho trabajo remontar y que algún torero de el triunfo que la afición espera. Se han visto cosas sueltas, pero el éxito fuerte todavía está por venir. Han fallado algunas figuras, así como varios toreros y ganaderías que debían haber funcionado. No lo han hecho y además han presentado encierros indecentes. Luego ha habido el eterno problema: cuando han embestido toros, como lo hicieron varios de Los Bayones o del Puerto de San Lorenzo, los diestros no han logrado entenderse con ellos y no han aprovechado para conquistar un triunfo en Las Ventas. Otras veces, cuando los coletas han estado a buen nivel, no han tenido material propicio, por lo que tampoco han podido brillar. A muchos otros les ha faltado entrega y arrimarse más, y eso en esta feria es fundamental. La feria no está siendo buena, aunque todavía quede tela por cortar.
Hoy viernes regresa a Madrid el esperado y querido Morante de la Puebla, y junto a la presencia el martes de El Juli en la Corrida de la Prensa son dos citas decisivas, aunque lo bueno de esta feria es que la sorpresa y la faena soñada puede salir del capote y muleta de cualquier torero, por poco nombre que tenga. Igual pasa con las ganaderías. Es la grandeza de Madrid.

Una semana plana
En lo artístico, la semana ha sido prácticamente plana. Hasta el miércoles ningún torero había logrado pasear una oreja. Sí los rejoneadores. Leonardo Hernández cortó hasta un total de tres en la primera corrida de rejones del miércoles 12. El joven caballero rejoneador subió un peldaño más en su carrera con una actuación pura y ortodoxa que le sitúa como uno de los grandes del toreo a caballo. Rui Fernández cortó otra, al igual que Andy Cartagena.

A la corrida de toros de Alcurrucén lidiada el pasado viernes 14 le faltó romper y el conjunto tuvo más principios que finales. Miguel Tendero realizó lo mejor, pero el toro se paró y no pudo remontar. El Cid no se acopló con el toro que más posibilidades ofreció, mientras que Uceda Leal tampoco consiguió nada especialmente reseñable.

Fallos con la espada
La punta de la espada se ha llevado varios trofeos. El propio Juli estuvo soberbio el sábado 15, ante el único toro que embistió de la descastada y mansa corrida de Garcigrande, que tuvo hechuras muy feas. El madrileño dejó tres series de derechazos enormes, enganchando al animal muy delante, arrastrando media muleta por la arena y rematando atrás. Superó las exigencias de un sector de público muy a la contra y que no valoró el mérito de la faena cuando el toro tenía muchas teclas que tocar. Falló con uno de sus fuertes, la espada, y no hubo premio.

Sebastián Castella también pudo conquistar otra oreja del segundo toro. La faena tuvo el sello del valor y la seguridad que aplica este diestro, pisando terrenos muy comprometidos. El astado tenía muchos problemas que fueron superados por la valentía del francés. Por su parte, Daniel Luque sigue sin remontar el vuelo y todavía no está recuperado.

Sorpresa de Los Bayones
Una de las sorpresas de la feria fue la protagonizada por la ganadería de Los Bayones, que el domingo lidió sólo cuatro toros, pero hasta tres tuvieron interés. Tras años en el desierto, la divisa se sube al circuito. El cartel era flojito y los toreros no supieron aprovechar la oportunidad de su vida. A Emilio de Justo le tocó un toro importante y sólo a ratos tuvo momentos lucidos. El astado merecía desorejarlo y luego De Justo dio un sainete con los aceros, hasta sonar los tres avisos, por lo que el animal regreso vivo a los corrales. Gabriel Picazo también tuvo un buen lote que no supo exprimir. Un primero de Bayones de gran calidad y un feo remiendo de Pereda para estar de otra manera y más suelto.

Dura novillada
En la segunda novillada del ciclo se lidió un duro y complicado encierro de Moreno Silva, con dos utreros muy nobles y aprovechables, segundo y tercero. Cuarto y quinto fueron casi imposibles. Fue toda una papeleta para los tres novilleros: Paco Chaves, Miguel Hidalgo y Antonio Rosales. Los dos primeros no lograron matar uno de sus novillos, suceso que no ocurría en esta plaza desde el año 1987. La prueba fue muy exigente y el festejo fue más de otra época que de la actual, pero dicen que una retirada a tiempo es un triunfo y los tres deberían de reflexionar sobre su futuro.

Buena corrida del Puerto
El cartel del martes 18 tenía muchos argumentos para un buen desenlace. El Cid, Castella y Rubén Pinar con una corrida del Puerto, que hasta la fecha ha sido la mejor presentada de todo el serial. Hasta tres toros embistieron, sobre todo el sexto, de una profundidad y una repetición excepcional. Rubén Pinar, que comenzó bien, luego no logró entenderse con el torrente de bravura del astado del Puerto. El Cid sigue en proceso de recuperación y tampoco fue capaz de estar a la altura del compromiso. Tuvo un lote que, con sus vetas de mansedumbre y un punto brusco, tenía mucho más dentro. Estuvo a punto de remontar la faena en el cuarto, cuando hubo series buenas -aunque discontinuas-, pero al final todo acabó diluyéndose. Con la espada tampoco estuvo fino. Sebastián Castella estuvo cerca de la petición de un trofeo. Fue volteado feamente y se escapó de un percance seguro. Templó bien las embestidas ante un toro de fijeza y calidad, pero le faltó mayor expresión a su toreo. Al final buscó más el arrimón y la valentía para llegar al tendido.

Y por fin, una oreja
El miércoles 19, después de ocho días, Miguel Ángel Perera cortó una oreja a un buen toro de Núñez del Cubillo que sacó fondo. Destacó el comienzo de faena, con pases cambiados por la espalda, así como varias series en redondo donde toreó templado e imprimió despaciosidad. El toro se vino un poco abajo y la faena perdió fuerza, pero una voltereta seca y una estocada efectiva dieron paso a un trofeo algo justito.

Alejandro Talavante debió aprovechar mejor la bravura y la raza del tercer toro de Cubillo. El madrileño, que sigue en proceso de recuperación, dejó series buenas de naturales, pero luego la faena se diluyó porque se sucedieron los enganchones. Se pidió la oreja, pero el toro tenía más dentro. Curro Díaz no aprovechó al buen primero, al que debió sacarle más partido, y sufrió una cornada en la mano cuando intentaba descabellar a un toro bruto y que acometía con violencia. Abrió el cartel el rejoneador Joao Mora, que estuvo preciso clavando y mostró sobriedad y buena cuadra.
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