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La variante no entrará en funcionamiento hasta 2007 |
Las obras de la variante de Galapagar terminarán dentro de dos años
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Las obras de la nueva variante de Galapagar avanzan a buen ritmo, aunque hasta dentro de dos años no entrará en funcionamiento esta infraestructura cuyo objetivo es descongestionar el intenso tráfico que sufren los accesos a la localidad serrana, especialmente a través de la M-505, que diariamente sufre problemas, multiplicándose éstos durante los fines de semana, sobre todo en las tardes de los viernes y las mañanas de los sábados.
Será una carretera de 4,3 kilómetros que unirá la M-505 a la altura del cruce con la M-582, hasta llegar a la M-510. Este fue uno de los temas que se trataron por la Comunidad de Madrid en el Consejo de Gobierno celebrado el 29 de septiembre, en donde se distribuyeron las anualidades que permitirán la entrada en funcionamiento de esta vía en 2007. La variante beneficiará a los municipios de Torrelodones, El Escorial, Galapagar, Villalba, Guadarrama y Las Rozas, con un tráfico estimado de 8.000 vehículos al día. El proyecto, que fue duramente cuestionado por colectivos ecologistas, prevé la creación de cinco glorietas.