“Tengo ganas de dedicarme a la vida docente”

¿En qué momento tomó la decisión de no volver a ser candidato a la Alcaldía por Izquierda Unida?
En la campaña electoral de 2003, que fue cuando se lo comuniqué a mis compañeros. Tomar esta decisión me pareció lo más oportuno después de los problemas internos que hubo en la elaboración de la lista. El tema no se ha retomado hasta principios de este año, cuando se empieza a hablar de las próximas listas. Yo en ese momento es cuando ratifico mi decisión, porque en estos tres años no se produjo ninguna situación ni a nivel personal ni político que me haya hecho cambiar de idea.
¿Qué valoración hace de los últimos ocho años a la cabeza de IU en el Ayuntamiento?
Son dos etapas completamente diferentes: una primera de Gobierno en coalición con el PSOE y otra en la oposición. Al principio, con tres concejales, creo que fue un acierto pactar con los socialistas. Aquél fue un Gobierno fructífero, aunque reconozco que cometimos algunos errores en aspectos de carácter urbanístico y medioambiental por no tener suficiente capacidad como para controlar todo lo que se estaba aprobando, ya que teníamos que gobernar áreas bastante amplias y luego hacer la labor de control de la oposición.
¿Podría dar algún ejemplo?
Algunos aspectos del Plan General de Ordenación Urbana, y la elaboración del Plan Especial del Casco Antiguo, del que prácticamente no nos enteramos. Hablamos de modificaciones en la edificabilidad de algunos edificios, pero también del Plan Especial de Reforma Interior de El Gorronal. Pese a ello, nuestra labor fue positiva.
¿Fue una decepción perder concejales en la siguiente legislatura en favor del PSOE?
Fue una decepción muy fuerte, porque a pesar del esfuerzo que se hizo mientras gobernamos y de tener una presencia importante en la calle y en los medios de comunicación, los votos se los llevó el PSOE
¿Qué ha sido más duro: gobernar o estar en la oposición?
A mi juicio, lo más duro fue nuestra etapa final como parte del Equipo de Gobierno, por la división interna que había en IU, porque los problemas que más desgastan siempre son los internos. Pero también ha sido duro estar en la oposición solo, es decir, con el apoyo de la organización pero teniendo un solo representante en la corporación municipal. Ha sido algo así como una travesía por el desierto.
¿Cómo está Izquierda Unida en estos momentos?
La situación ha cambiado, porque ahora hay un equipo nuevo y aunque yo continúe en el Ayuntamiento, son ellos los que preparan los temas.
Desde la perspectiva de los años, ¿podría explicar por qué se produjo una división en Izquierda Unida en 2003?
Es difícil sintetizarlo, pero básicamente lo que ocurrió es que hubo dos visiones diferentes de lo que tenía que ser IU y quiénes debían encabezar las listas. Eso cristalizó en dos candidaturas que dentro de la organización tenían el mismo peso. Los problemas desaparecieron después de las elecciones de una forma pasiva, porque una parte de los militantes dejó de acudir a las reuniones.
¿Cuál es su principal crítica al Equipo de Gobierno?
Que lleva a cabo políticas de gobierno similares a las del PP de la Comunidad que precisamente sus propios compañeros critican en Madrid. Los socialistas de Madrid acusan a los populares de gastarse mucho en obras faraónicas, y en Collado Villalba se está haciendo una, la de Honorio Lozano, similar a muchas de las que ha realizado el Gobierno de Gallardón; que se favorece a la enseñanza privada, y en nuestro caso se ha facilitado la llegada de una universidad privada. También el PSOE acusa al PP de favorecer a empresas privadas en la gestión de servicios, y en nuestra ciudad ha ocurrido lo mismo con la gestión de la pista de hielo, un deporte minoritario donde se beneficia a una empresa para que obtenga un beneficio. Cuando a esto le sumas que prácticamente todo el suelo público que queda en el municipio se quiere vender este año, porque así ha sido presupuestado, con esto queda todo dicho.
En estos últimos tres años, ¿cree que está predicando en el desierto o que el Gobierno local le escucha?
A mi juicio, muy poco. Aunque en la práctica siempre se han tenido en cuenta nuestras opiniones. Los mensajes que lanza IU son escuchados, otra cosa es que sean atendidos.
Y después de las elecciones, ¿qué va a hacer?
Soy profesor de la Universidad de Jaén y quiero ampliar mis trabajos, como sociólogo y como profesor.
¿Le apetece la vida docente?
Mucho, y desde hace tiempo, porque los temas que plantea la oposición en el Ayuntamiento ya aburren. Porque aunque te escuchan, no hacen ni caso, y eso quema bastante.
¿Cómo ve al nuevo equipo que le va a remplazar?
Muy bien, y aunque les queda un trabajo muy duro hay gente preparada y joven, y esa juventud se ha combinado con militantes con experiencia, como la propia candidata, Ascensión de las Heras.