EL KIOSCO
Los jueces y el respeto mutuo
Por: M. Fernández
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Desde que, en 1947, pisé por primera vez la Facultad de Derecho, aprendí de mis profesores a valorar, estimar, incluso diría que venerar la función de juzgar, dando a cada uno lo suyo, y a respetar a los jueces, encargados de hacer justicia. Naturalmente, cuando hablo de jueces, me refiero a los que, tras haber estudiado la carrera de Derecho, han acreditado su capacitación para dirimir cuestiones entre partes, discernir grados de culpabilidad y mantenerse siempre en esa postura de equidad que simboliza la balanza en manos de las estatuas que representan a la Justicia.
No, por supuesto, a quienes, por razones políticas coyunturales, han actuado a modo de jueces en periodos de confusión social de nuestra historia reciente, como los tribunales populares de la II República española o los consejos de guerra integrados por militares sin formación jurídica, después de nuestra Guerra Civil, para juzgar y condenar a ciudadanos españoles al margen de la jurisdicción ordinaria. Por eso me duele comprobar el poco aprecio que los jueces suscitan hoy en buena parte de la sociedad española. Pero es que, para que los españoles creamos en la Justicia como función atribuida a jueces profesionales competentes, lo primero que se necesita es que estos se respeten a sí mismos y entre ellos mismos. Ciertas declaraciones y tomas de postura de marcado carácter político por personas e instituciones ligadas a la función de juzgar, ni son de recibo, ni benefician a los jueces profesionales. Como tampoco favorece en absoluto a la buena imagen de nuestros jueces la politización de instituciones como el Poder Judicial o el Constitucional, que no es un tribunal jurisdiccional pero que a veces parece querer actuar como si lo fuese.