El cierre del centro por las obras indigna a vecinos y comerciantes

El centro urbano de Valdemorillo ha quedado prácticamente ‘clausurado’ al tráfico. Esta situación se debe al cierre de la carretera que atraviesa el municipio, una vía afectada por las obras de remodelación de la plaza de la Constitución, financiadas por la Comunidad de Madrid, a través del Prisma, con una inversión de 1,4 millones de euros.

Una problemática que no sólo afecta a los vecinos, sino más profundamente a los comerciantes y hosteleros del entorno, que han asistido a un aislamiento forzoso y que puede suponer un desplome acusado en las ventas de los negocios.

La portavoz del grupo de la oposición PIVALDE, Carmen Villanueva, ha declarado que pese a sus intentos por conocer los detalles del proyecto, esta empresa ha sido imposible. Ante esta situación, un nutrido grupo de empresarios acudió el pasado martes con la intención de reunirse con la alcaldesa, Pilar López Partida, siendo recibidos finalmente por una técnico municipal. “Esta trabajadora no les pudo asegurar si su mayor temor se podría llegar a hacer realidad: la peatonalización de la calle. Lo sorprendente es que estos vecinos sigan creyendo aún a esta alcaldesa”, explica Alfonso Redondo, presidente de PIVALDE.

Para empezar, explica Redondo, “la regidora ha talado los pinos, de más de 40 años, que se ubicaban en la zona, con lo cual demuestra su compromiso con el medio ambiente”.

Por su parte, Carmen Villanueva, no ha disimulado su preocupación “ante el más que dudoso gusto estético de la alcaldesa y del arquitecto municipal, demostrado a lo largo de sus 16 años al frente del Consistorio. No hay más que darse una vuelta por el pueblo y ver las entradas al mismo, llenas de negocios y naves ilegales, cocheras de FCC, desguaces de vehículos, vallas publicitarias que inundan el paisaje, etc.”.

Estas obras comenzaron hace ya tres semanas, “como siempre sin prever las molestias que se van a originar, incluyendo a los usuarios del transporte público, ya que la parada que se desplaza al otro lado del pueblo, a la circunvalación”, indica Villanueva, añadiendo que el pasado fin de semana llegó el caos, al encontrarse cortado el pueblo el centro cortado, situación especialmente preocupante para los hosteleros, que desconocen si, precisamente ahora que llega el buen tiempo, podrán montar sus terrazas.