“El Valle de los Caídos está siendo sometido a una asfixia constante por el Gobierno central”

La semana pasada ya hablábamos en la sección Luces y Sombras de El Faro del Guadarrama de la posibilidad de que desde el Gobierno central se pretendiera dar cerrojazo al Valle de los Caídos. Una sospecha fundamentada en el hecho de que desde el pasado mes de diciembre el acceso a este monumento permanece restringido, ya que únicamente se permite en horario de misa, debido, según ha ido indicando Patrimonio Nacional, a las diversas actuaciones que se han venido realizando (humedades en la Basílica, desprendimiento de un dedo del grupo escultórico de los evangelistas, etc.), si bien desde hace tiempo son cada vez más las voces que llaman la atención sobre el progresivo descuido de este espacio.

Precisamente algo menos de un año se creó la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, que a raíz de los últimos acontecimientos ha ido sumando socios y simpatizantes, denunciando que este monumento está siendo “salvajemente atacado desde la esferas del poder”.

Descuido escandaloso
Pablo Linares, portavoz de este colectivo, indicaba que la Basílica del Valle -la segunda del mundo en dimensiones, sólo superada por la de San Pedro en Roma- “es el único templo de la cristiandad que tiene limitados sus horarios de culto por decisión gubernamental”. El descuido, señaló, no es nuevo, sino que se arrastra de hace años, con independencia de los gobiernos, si bien ahora afirma que sí se ha hecho aún más evidente, “con una absoluta falta de mantenimiento que resulta escandalosa en un monumento de estas características”. En cuanto al cierre, manifestó que Patrimonio Nacional “alegó problemas de seguridad por las humedades, pero en cambio sí se permite el acceso a la misa de 11.00. Entonces, ¿es qué no se merece esa gente la misma seguridad”. En cualquier caso, añadió que no les consta que “actualmente se estén realizando obras de ningún tipo”.

A esto se une ahora la polémica por la posible retirada del grupo escultórico de La Piedad -que preside la entrada al templo-, con objeto de ser restaurado. “Existen estudios técnicos, entre otros de la Fundación Juan de Ávalos, que desaconsejan esa actuación, advirtiendo del peligro de colapso de la escultura. Sería mejor que se hiciese in situ, como ocurrió dos años. Esto es gravísimo, porque no hay molde de esta escultura y no habría manera de restituirla. En realidad no es más que otra excusa para tenerlo cerrado”, aseguró, censurando igualmente el hostigamiento a la Abadía benedictina.

El binomio político-religioso
Por otra parte, y cuanto a la posibilidad de que la Ley de la Memoria Histórica esté influyendo de alguna forma, Pablo Linares señala que, a juicio de la Asociación, “el Valle de los Caídos supone para el Gobierno un importante un binomio político-religioso, y es que estamos hablando del crucifijo más grande de la cristiandad. Lo tienen enfilado, y además niegan el carácter de reconciliación de este monumento, los molesta”. En este sentido, Pineda indicaba que están recibiendo muestras de apoyo de todo el mundo, mostrando también su preocupación por la situación en que se encuentran los trabajadores. Primero dejó de funcionar el funicular, luego se cerró la cafetería y ahora, añade, continúan los ataques: “Es una asfixia constante”, aseguró, acusando a Patrimonio Nacional de “incumplir reiteradamente sus promesas”. Todo ello sin olvidar que el Valle de los Caídos es el segundo monumento de más visitado de la Comunidad de Madrid, sólo superado por el Palacio Real.

Finalmente, Linares indicó que no esta no es “una asociación de carácter política, sino que hay miembros de todas las ideologías, incluyendo muchos que están más cercanos al PSOE, pero que están viendo cómo se ataca un monumento tan importante como el Valle de los Caídos”.