‘Se venden pisos baratos’

Diario del Noroeste publicaba el 18 de diciembre de 2000 una carta firmada por Javier M. Fernández, en la que éste exponía sus vivencias como nuevo vecino de Collado Villalba y la decepción que sentía ante la fiebre especulativa que mostraba el urbanismo local.
“Cuando decidí irme a vivir a 40 kilómetros de Madrid, donde nací, mis expectativas eran otras. Buscaba aire limpio, silencio para descansar, un horizonte despejado donde mirar, ausencia de ese asfalto que calienta los pies, orden para aplacar mi estrés, etc... Mi primera decepción se produjo en el momento en que llegué a Collado Villalba, donde ya estoy empadronado, y me encontré con un enorme cartel que decía ‘Se venden pisos baratos’. No tardé mucho en darme cuenta que aquí se habían dado cita todos esos que velan por el progreso de sus bolsillos, siempre dispuestos a darnos a los enamorados de la Sierra una lección que ni nosotros, ni nuestros descendientes, olvidaremos jamás: todo y cualquier sitio es bueno para construir. Este es el motivo por el cual el paisaje se convierte en grúas amarillas y verdes entrelazadas en el horizonte. Es decir, un caos.
¿Y el silencio?... ese que percibo cuando cierro las dobles ventanas de mi piso porque si no el zumbido de los automóviles que circulan por la autopista y la música disonante y estridente de las discotecas ubicadas al borde de la A-6 , donde los jóvenes ‘se divierten’, se mete en casa como ladrones del descanso de una familia que sólo aspira a poder dormir por las noches, a pasear por la ciudad durante los fines de semana, a tener un hueco para aparcar el coche cuando vamos al super... Por eso y por otras muchas vivencias no estoy de acuerdo con lo que andan diciendo estos días algunos ediles villalbinos, de que la panacea a tanto problema está en el PGOU. Es más, me temo que cuando lo aprueben vamos a estar más rodeados de grúas, de ladrillo y de cemento, y perderemos la poca calidad de vida que aún tenemos. ¡Ojalá me equivoque!”