El pulso a la Feria de Invierno

Con la presencia de las figuras en Vistalegre llegaron las buenas entradas, aunque ninguna de las dos tardes el coso se llenó. Sólo llena uno de Galapagar. Si está él, tortas por las entradas. Alrededor de tres cuartos cada día. Habrá que dar tiempo para que esta feria vaya consolidándose y asentándose en el calendario. También abaratar el precio de las localidades para que el aficionado acuda más .También cabe agradecer el aceptable juego que han dado las corridas de Núñez del Cubillo y Garcigrande. Sin ser ninguna de ellas redonda del todo, sí han embestido varios toros por derecho, lo que ha propiciado el buen caminar de esta apuesta llevada a cabo por Taurodelta en tiempos donde las empresas, sin haber millonarias subvenciones de por medio, no exponen un euro. No señalo a nadie.

Con la llegada de las figuras, como viene siendo desgraciadamente habitual, también bajó el nivel de presentación, con dos corridas de escasito trapío y remate. Las intensas lluvias caídas este invierno están generando muchos problemas en el campo y hay que tenerlo en cuenta, pero varios astados que saltaron al ruedo de Vistalegre nunca debieron hacerlo. Fueron más propios de un coso de tercera categoría.

Garcigrande, excepto un toro, fue una vez más Garcichico, porque salvando un ejemplar, el resto fueron pequeños y romitos de pitones. La de Cubillo enseñó más la cara y las puntas, pero también varios animales eran poquita cosa. Se admiten fallos en un año con muchos vericuetos difíciles de solventar.

En lo artístico, merece destacar la esencia de Morante; el faenón de Manzanares, la capacidad de El Juli y la franca ascensión de Talavante, al que se le vio recuperado después de un 2009 en declive. Cayetano dejó una mala imagen y sale muy tocado de Vistalegre; y Perera debe corregir fallos que pueden perjudicarle.