Infame novillada de “El Retamar” en la pasada feria de El Boalo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El pasado domingo, 9 de julio, se celebró dentro de la feria serrana de El Boalo una novillada picada con el hierro de “El Retamar”.
La novillada propiedad de Manolo Hurtado fue infame, por mansa, rajada, ayuna de raza y totalmente hueca de bravura.
Sólo el novillo lidiado en quinta posición tuvo más fondo y aguantó con clase varias tandas de muletazos. En su haber sí hay que decir que el encierro estuvo bien presentado, apretado de carnes y con los pitones limpios, a excepción del sexto, que tenía pinta de ir destinado a rejones. La terna estuvo compuesta por Eloy García “Naranjito”, un hombre de 61 años que tras un retiro decidió volver a vestirse de torero.
Algo un poco surrealista, que viene producido por la poca casta que hoy en día tiene el toro bravo; si el toro arreara nadie sería capaz de vestirse de luces con esa edad. El hombre se enfrentó a un lote manso y que pronto se paró, y menos mal porque de lo contrario “Naranjito” hubiera pasado un quinario. Se le vio con deseos, aunque siempre pasando fatigas. Como mató con brevedad a su segundo, los amigos que le arroparon le dieron un trofeo.
Marco Antonio Gómez pechó en primer lugar con un utrero parado y sin querer embestir, poniendo voluntad. El quinto de Marco Antonio fue el mejor con diferencia del sexteto, y a éste le cuajó una buena faena que no tuvo el refrendo con el acero. Hubo series donde corrió la mano muy bien, consiguiendo los momentos más lucidos de esta aburrida tarde. Por la espada se tuvo que ir de vacío.
Marco Leal cortó tres orejas, amén a sus espectaculares y vibrantes tercios de banderillas. La primera oreja fue muy dadivosa y no de mucho fuste, fueron las dos que le dieron (sus banderilleros provocaron) ante el cobardón sexto que acabó aculado en tablas. Dejó empeño y ganas y como manejó la espada con habilidad agradó al cariñoso público.