EL KIOSCO
Balance decepcionante
Por: Ignacio Martínez
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
En medio de tanta inacción de Zapatero en los dos últimos años y tantas torpezas en las últimas semanas, la decisión del ministro de Fomento de meterle mano a la escandalosa situación laboral de los controladores aéreos ha recibido el beneplácito general. Esta es una de las dos cosas imprescindibles que necesitan las grandes reformas y las medidas de austeridad que precisa este país: líderes sólidos. La otra es el consenso de los dos grandes partidos. Ninguno de ellos en solitario puede reducir el tamaño de nuestra excesiva administración, ni llevar a cabo una moderna reforma laboral o de las pensiones.
Quizá a España, en este momento de crisis de confianza, le vendría bien una gran coalición como la que han tenido en la anterior legislatura los alemanes, pero ni el PP ni el PSOE parecen estar preparados para semejante aventura institucional, aunque tengan más posibilidades que nunca: desde l977, esta es la legislatura en la que más diputados en el Congreso suman las dos principales fuerzas políticas. Es la tendencia opuesta a la de otros países europeos. En Alemania, por ejemplo, los democristianos y los socialdemócratas tenían hace 30 años más del 80 por ciento de los votos y ahora consiguen poco más del 50. En España, la crisis unida a la ausencia de liderazgos fuertes tanto en los populares como en los socialistas, quizá provoque el inicio de un fenómenos parecido
El débil liderazgo español se nota en todas partes. También en la presidencia de turno de la Unión Europea. En sólo cinco semanas, el balance es decepcionate. El jueves, Merkel y Sarkozy se reunieron en París y aprobaron 80 proyectos en común para la UE, el G-8 y Oriente Medio. Y esto, en medio de tanta frustración, sí que es un consuelo.