Los vecinos de San Antonio y El Congosto dicen adiós a las calles de tierra

El alcalde de Galapagar, Daniel Pérez, inauguró el lunes las obras de mejora en las urbanizaciones El Congosto y San Antonio, en donde se han invertido más de 3 millones de euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local (PLan E). De este modo, se atienden las históricas demandas de los vecinos de ambas zonas, que han dicho adiós definitivamente a las calles de tierra.

En El Congosto se ha actuado en más de un kilómetro de calle y acera, y en el caso de San Antonio se han superado los dos kilómetros de pavimentación, poniendo fin a 40 años de precariedad. Con este proyecto, indican desde el Ayuntamiento, no sólo se ha conseguido mejorar el aspecto de las calles, sino que se han cubierto servicios tan esenciales como acabar con las barreras arquitectónicas a través de la pavimentación de calles y aceras al mismo nivel -vías que hasta ahora eran de tierra y de difícil tránsito, y que en época de lluvias se convertían en barrizales-; también se ha renovado la red de evacuación de aguas residuales junto con una nueva depuradora y se ha creado una red de evacuación de pluviales; el alumbrado que era antiguo y escaso, ahora cuenta con un total de 77 puntos de luz en El Congosto y 70 en San Antonio, con un sistema de reducción de flujo lumínico que supone entre un 30 y un 40 por ciento de ahorro energético; además se ha realizado una plantación de arbolado con su correspondiente sistema de riego.

El regidor destacó la importancia de esta actuación, puesto que se ha acabado con los “problemas endémicos” de esta zona, cambiando el polvo y el barro con el que los vecinos han convivido desde los años 60 por unas calles asfaltadas y con sus correspondientes aceras, lo que, según indicó el alcalde, supone una mejora en la calidad de vida de estas familias. En el caso de San Antonio la inversión ha sido de 2,2 millones, mientras que en El Congosto las obras han tenido un coste de 1 millón de euros.
“La aceptación de los vecinos es buena”, subrayó Daniel Pérez, recordando que estos núcleos de la periferia han sido durante años los grandes olvidados de Galapagar.

El plazo de ejecución ha sido de ocho meses, empleando a unas 100 personas, lo que, tal como manifestó el primer edil, “viene a redundar en beneficio del pueblo”. Igualmente, destacó el esfuerzo de las empresas para contratar a desempleados de la localidad.

Por último, y cara al nuevo Plan E, el alcalde adelantó que el Ejecutivo tiene “una sorpresa, un regalo de Reyes que van a tener los vecinos, pero que vamos a anunciar algo más adelante. Estamos dando los últimos retoques, pero sí podemos decir que es un proyecto importante para todos y cada uno de los vecinos de Galapagar”.