La ILP de Cataluña (I)
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La pasada semana hacíamos mención, casi de refilón, a la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) presentada para la abolición de los espectáculos taurinos en Cataluña. Hoy mismo el Parlamento catalán votará las enmiendas a la iniciativa. Esto llevará un proceso lento, posteriormente se procederá al debate de los parlamentarios y la votación como proyecto de ley, si es que llega a este punto.
Los políticos catalanes, especialmente los de corte nacionalista, y también el PSC, son los principales culpables del fin de los toros en Cataluña. El cinismo es galopante. Dentro de esta ILP han quedado excluidos los correbous, tradicionales en muchos municipios de la ribera del Ebro. Esta tradición cuante con muchos partidarios, y ante el temor de los nacionalistas de perder votos, han optado por excluirla y mantener esta ancestral costumbre de correr toros por las calles. Está más que demostrado que el toro sufre más que en la lidia en una plaza, pero poco les importa a estos radicales.
Hablar de prohibir en esta época suena mal. Parece mentira que en Barcelona, que tiene un marcado acento por la libertad, ahora que quieran prohibir los toros. Recuerda a la época en que el pueblo emigraba a Francia a buscar lo que censuraba el franquismo. Pero esto podría cambiar en el momento que un presidente, diputado, alcalde o concejal definiera su postura pro o antitaurina. Aquí muchos aficionados podrían depositar su voto en la urna dependiendo de la posición que mostrara el político. También con listas abiertas donde cada individuo mostrara su posición ante los toros .
El PSOE apoya la Fiesta en Andalucía, pero en muchas regiones está actuando de manera frívola y poco consecuente, como algunos miembros del PSC. Esto puede acarrear consecuencias de cara al futuro de este partido.
Darán libertad de voto a sus diputados. Si los toros sirven para que un diputado, por una sola vez, sea libre para votar de acuerdo a su criterio y su moral, bienvenido sea. Hay muchos otros temas en los que deben de acatar las órdenes internas, a pesar de tratarse de asuntos turbios y llenos de intereses. Continuará...