El problema de la vivienda protegida

Uno de los problemas principales en San Lorenzo de El Escorial es de la vivienda de protección, para muchos vecinos la única posibilidad de acceder a una casa en una localidad donde los precios están por las nubes. En otoño, indica el regidor, empezarán probablemente las obras de urbanización de los 132 pisos protegidos que se construirán en Unamuno, una polémica operación que desató las críticas del PSOE y los grupos ecologistas. “Lo de Unamuno es algo que siempre se ha querido hacer. El que es de San Lorenzo lo sabe, porque ahí había unas cochiqueras, lo que se ha conocido como el corral de los gorrinos, y todo el mundo se lo ha querido quitar de encima en algún momento, aunque ahora digan que no”, indica Fernández Quejo, para quien no hay ninguna duda de que, pese a las acusaciones, Abantos no se toca. “Lo que está claro es que el monte está amojonado. Ni hemos entrado ni vamos a entrar, pero lo que es cierto es que allí había una zona donde se podía construir vivienda de protección, y ése también es un derecho de los ciudadanos de San Lorenzo. En Móstoles o Villanueva de la Cañada a lo mejor no tienen ese problema, pero aquí sí”.

Al margen de este proyecto, el Ayuntamiento se hizo hace meses con una parcela en la calle Residencia donde se levantarán otras 80 viviendas de protección, y ahora buscan un nuevo suelo en el casco urbano para poner en marcha otra promoción de características similares. “Si a eso le unimos las viviendas que se puedan hacer en Monesterio, creo que será suficiente”, explica el alcalde. Finalmente, otra posibilidad es utilizar los terrenos actualmente ocupados por la Policía junto a la calle Pozas. “También estamos negociando con la Guardia Civil, y la idea del Ayuntamiento es que efectivamente en ese suelo se promueva vivienda protegida. Y partir de ahí habrá que volverse loco para ver cómo hacemos pisos de protección, porque la verdad es que es un municipio maravilloso, pero complicado para poner en marcha estas actuaciones”.