Tenso debate entre el alcalde e Izquierda Unida por la manifestación de mañana

Todo comenzó con un ruego de Izquierda Unida en el que este grupo pedía “tranquilidad y responsabilidad política. Que se deje de crispar y provocar innecesarias situaciones de tensión. Y que los vecinos que lo deseen puedan ejercer su derecho a la manifestación pacífica el próximo sábado”. Un ruego que algunos de los vecinos que acudieron como público a la sesión, muchos de ellos afiliados al PSOE, calificaron como una “provocación” de la portavoz de la coalición de izquierdas.

Gritos y portazos
Mientras Ascensión de las Heras planteaba esta cuestión, la concejala de Deportes, Rosana Crespo, empezó a gritar que eran unos “impresentables”. Pese a que el alcalde, José Pablo González (PSOE), le llamó la atención, fue ella misma quien dijo que se ausentaba de la sesión por “no poder con esto”, abandonando el salón con un sonoro portazo. Muchos de los ediles se quedaron sorprendidos por el arrebato de su compañera, otros no tanto.

Todo esto dejó paso al debate, donde el regidor acusó a los concejales de Izquierda Unida de estar detrás de organizaciones como el Foro Social o del Centro Social Okupado La Fabrika de Sueños, señalando que no se atenían a las normas de convivencia democrática, que se repartían panfletos y se pegaban carteles que no se sustentarían ante un tribunal de justicia mientras se engañaba al pueblo. “Somos los demás las víctimas y es paradójico que usted diga que nosotros crispamos”, manifestó González. El debate se volvió a encender cuando IU preguntó cuáles habían sido los motivos por los que no se había registrado la petición vecinal para realizar la denominada Fiesta Alternativa del pasado 23 de julio, que fue disuelta por agentes policiales al no contar con el preceptivo permiso.

Una fiesta, el origen de todo
Una vez más, el regidor señaló que “todos los colectivos solicitan por escrito la cesión de los lugares cuando quieren celebrar algo, y para esa fiesta no se pidió. De hecho, se solicitó a la Delegación de Gobierno, que fue quien les instó a acudir al Ayuntamiento, porque somos nosotros quienes tenemos que autorizar o no cualquier actividad lúdica que se realice en la calle, porque si por desgracia pasase algo, somos nosotros los responsables”.

Durante su discurso, González dijo que los ciudadanos tienen derecho a registrar peticiones o escritos con una única condición, que es el horario de atención al público.

La coalición de izquierdas aseguró que el solicitante intentó pedir esa autorización en el registro, pero que fue derivado a las dependencias de la Policía, para que hablase con el concejal responsable del área. Además, denunciaron que fue excesivo el número de agentes que acudieron a disolver esta reunión e incluso que les incautaron objetos como “juegos para los niños”.

Tras la intervención del alcalde, en la que volvió a repetir que eran ellos los que estaban detrás de todo, la concejala Rosana Crespo -ya en el turno de ruegos y preguntas- pidió perdón a los ciudadanos y compañeros de Corporación por su salida de tono, “y a los de Izquierda Unida por su condición de concejales, no de vecinos”.