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La edil Esperanza Vilches, durante un pleno |
“Mi corazón pertenece
al Partido Popular”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Expedientada por el Partido Popular tras romper la disciplina de voto, la concejala Esperanza Vilches, que ya figura como no adscrita, explica en esta entrevista su postura acerca de los hechos que han acabado con su salida del Equipo de Gobierno.
¿Cuál ha sido el detonante de esta situación?
Casi desde el inicio de la legislatura, otra concejala, Estrella Hernández, y yo consideramos que era necesario para el pueblo que dos concejales tuvieran una dedicación parcial de cuatro horas con una remuneración superior a 400 años. El concejal de Hacienda, Aurelio Huertas, secundaba nuestra petición. El trabajo del Ayuntamiento es duro y supone un gran sacrificio, y para dedicarte a las concejalías tienes que dejar de lado tu trabajo. A la alcaldesa no le gustó que pidiéramos que se remunerara un poco más nuestra labor, aunque nosotros estábamos seguros de que era necesaria más dedicación, ya que gestionar un Ayuntamiento genera mucho trabajo.
¿Algún miembro del Equipo de Gobierno tiene dedicación parcial o exclusiva?
La alcaldesa, Marisol Casado, es la única que tiene dedicación exclusiva, con sueldo de 2.700 euros mensuales, y pretende abarcar todas las concejalías. Yo soy de la opinión que es mejor hacer una cosa bien y no varias mal.
Presentó una alegación al presupuesto en la que pedía que se bajara el sueldo de la actual directora del Centro Cultural, pero su mala relación con la directora viene de mucho atrás...
Quiero dejar claro que a la primera directora no la quite yo. Aunque hay que matizar que ella era la directora de la Escuela de Música, pero es cierto que hacía las veces de directora del Centro Cultural. A la alcaldesa no le gustaron ciertas cosas de esta chica, y yo le comuniqué la orden de que cesaba como directora, pero la orden me la dio la alcaldesa. Desde ese momento, yo me hice cargo de la dirección del Centro Cultural sin ninguna remuneración extra. Ante las negativas de una mejora salarial, pedí que me concedieran a un técnico. Pero las cosas no salieron como yo esperaba. La regidora se empeño en contratar a Eva Aguado, sin conocerla y la nombró directora del área de Educación y Cultura, pasando también a controlar la Escuela de Música, y a hacer las veces del concejal. La directora se ha hecho con el control de todo y a mí me anuló.
¿En algún momento tuviste apoyo de tus compañeros?
Me decían que debíamos esperar a acabar la legislatura. El fallo más importante es que no hemos sabido dialogar nunca con claridad.
¿Durante los contactos, llegastéis alguna vez a un acuerdo?
En agosto, cuando presenté por primera vez mi renuncia, Marisol Casado me dio su palabra de que las cosas iban a cambiar de forma gradual. Me dijo que en el presupuesto de este año se iba a ampliar la remuneración de los concejales, no sólo la mía, porque yo pedía mejora para todos. Me prometió que no se iba a volver a meter en mis cosas. Fue todo mentira, las cosas continuaron haciéndose a mis espaldas. Cuando pedí una explicación, se rompieron por completo las relaciones, ya que se me dijo que los asuntos del Centro Cultural ya no eran cometido mío.
¿Cómo fue la relación la final?
Mal, muy mal. No me facilitaban información, algunos de mis compañeros me daban de lado, e incluso se atrevían a criticarme en público como es el caso de Carlos Gasca, concejal de Seguridad. El portavoz, Vicente Guillén, ha llegado incluso a insultarme, siendo yo aún concejal de Educación y Cultural. Me faltó al respeto llamándome: aprovechada y chantajista.
¿Cómo afronta el futuro?
Con serenidad y optimismo y con ganas de seguir trabajando por mi pueblo. Ahora mi situación ha cambiado, estoy en la oposición y como el Equipo de Gobierno ha perdido la credibilidad tendré que estudiar todo más a fondo. No debo guardarle el luto al Partido Popular pero sí que es verdad que yo pertenezco al PP, aunque me expulsen. Mi corazón pertenece al Partido popular.