Así son las dos novilladas de la feria taurina de este año

El primero tiene un consumado oficio. Escribano es de las firmes promesas y sabe torear requetebién. Ribera es un torbellino en los tres tercios y acaba de debutar con picadores, aunque le falta templarse y madurar.

Por segundo año consecutivo, se ha organizado una novillada concurso de ganaderías, por llamarlo de alguna manera. El pasado año, con dos picotazos en el caballo se cambiaba el tercio. Esperemos que esta vez no ocurra igual. Se juntan seis divisas de polos opuestos y bajo este epígrafe se monta este tipo de festejo. Un concurso es otra cosa. Véanse algunas ejemplos en Francia, por no hablar de otras de localidades más cercanas. En medio del bosque aparecen dos ganaderías de buen fuste: un novillo de Pablo Romero, dígase Partido de Resina, y otro de José Escolar, que siempre resulta interesante y es un gusto para el aficionado. De las otras cuatro ganaderías aplico aquel refrán español de que el que calla otorga”.

Los encargados de actuar en este concurso son Valentín Mingo, Pablo Lechuga -que torea mucho pero suma pocos triunfos- y Joao Augusto Moura, novillero portugués de dinastía que se está fraguando por plazas menores y al que habrá que dar un margen de espera.

En los seis puestos que se reparten en estos dos festejos se echan en falta algunos nombres: Juan del Álamo, del que hablan y no paran; Juan Luis Rodríguez, que tiene maneras por doquier; o Arturo Saldívar, que en Las Ventas ha firmado recientemente lo mejor del año. Son sólo tres ejemplos imprescindibles en cualquier novillada que se confeccione.