Los aullidos de Lobo Cojo

Tanto es así, prosigue nuestro personaje, que el pasado mes de noviembre la secretaría municipal envió un escrito-invitación para participar en un concurso a tres empresas cuya titularidad correspondía al padre, al hijo y al amigo de los dos primeros. Se imaginarán que el nombre del adjudicatario se conocía de antemano. El pasado 22 de junio, secretaría ha invitado a tres despachos jurídicos de Madrid, entre ellos al bufete que lleva más de 15 años asesorando a este Consistorio, anunciándoles que hasta las 14.00 horas del 30 de junio, podían presentar sus propuestas para licitar en el concurso de Asistencia Técnica y Asesoramiento del Ayuntamiento. No hay que ser muy listo para intuir el nombre del adjudicatario, porque además de que el concurso estará hecho a su medida, difícilmente los otros dos van a poder reunir la documentación pertinente y hacer una oferta económica aceptable en el plazo de una semana. JP, que tiene más tiros dados en este tipo de asuntos que una escopeta de ferias, sabe perfectamente que esta es la mejor forma de superar los trámites burocráticos para seguir rodeándose de empresas y profesionales de su confianza, sin infringir la ley y a costa del erario público. ¿Y la ética? Pues eso, brillando por su ausencia”.