El mirador
Algo más que un ser vivo
V. Altaba
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
La ministra Bibiana Aído de vez en cuando nos sorprende con declaraciones sobre asuntos científicos, jurídicos y morales que encubre bajo la solapa de que se trata de temas meramente políticos y sociales sobre los que tiene pleno derecho a opinar y libertad absoluta para hacerlo.
Así, igual nos dice que la mujer en la decisión de abortar no está sometida ni a la justicia ni a la ley, que exonera de toda responsabilidad al varón en las consecuencias de la relación sexual, una de las cuales, y no irrelevante, puede ser un embarazo.
Pero cuando se cubrió de gloria fue el día en que dándole igual lo que digan la biología o la genética nos ilustró diciéndonos que el feto no es más que un ser vivo. Un ser vivo, sin más, y al parecer tan indefinido e indeterminado en sus genes que no sabemos si es un tubérculo, una incipiente ranita o un ser humano en sus primeras fases de desarrollo.
Es curioso a este respecto observar cómo se ha silenciado el Manifiesto de Madrid, que suscribieron hace escasos tres meses unos 300 profesores de universidad, investigadores, académicos e intelectuales, a los que se sumaron después más de 2.000 profesionales y del que se deduce claramente la gravedad del aborto, tanto para el ser humano que ya está en camino como para la madre, para el personal médico y para toda la sociedad, deduciéndose que lo que tendría que hacer una sociedad progresista y defensora de la vida y de la mujer es aunar esfuerzos individuales e institucionales, públicos y privados, y poner todos los medios a su alcance para evitar que un embarazo no deseado deje tantas víctimas como con frecuencia está dejando.