Los ganaderos ganan su pulso al Consistorio y la constructora Afar-4

La Audiencia Provincial de Madrid acaba de sentenciar a favor de los ganaderos de Valdemorillo que, desde hace años, mantienen sus vacas en los pastos de Prado Aulencia. La empresa constructora Afar-4, de la familia Cubo, ganó inicialmente el pleito en el Juzgado de Primera Instancia nº3 de San Lorenzo de El Escorial, el 7 de junio de 2005. Entonces parecía que las vacas tendrían que salir de inmediato de esta finca, recién adquirida para construir el mayor proyecto urbanístico de la localidad. Ahora, con la nueva decisión de la Audiencia Provincial, el futuro inmediato de este desarrollo está en manos de estos vaqueros. Su contrato de arrendamiento para pastos vence en 2007, pero cuentan con un derecho para poder prorrogarlo. La única opción, por tanto, de que este proyecto no se paralice sería una importante oferta económica por parte de Afar-4, ya que los arrendatarios no parecen dispuestos a marcharse sin nada a cambio. Y menos aún tras haber ganado el juicio y “haber soportado presiones hasta de emisarios del Ayuntamiento, para que desistieran en su empeño”, asegura Alfonso Redondo, de PIValde (Partido Independiente de Valdemorillo).

Carmen Villanueva, edil de la oposición y también integrante de este nuevo grupo político, sostiene que aquí podría darse “un presunto caso de prevaricación por parte de Pilar López Partida, ya que la regidora ha presentado un Plan Especial sobre este suelo a sabiendas de que hay una sentencia que condena a Afar-4”.

Lo más arriesgado del Plan Especial de Prado Colladillo y de otras fincas del municipio es que el Ayuntamiento está obteniendo grandes cantidades de dinero de mano de las constructoras. Dinero que se está repartiendo en múltiples partidas, pero que, como ya advirtió Villanueva, “se tendrá que devolver en caso de que los planes urbanísticos no los apruebe la Comunidad de Madrid”.

De momento, este ambicioso planeamiento urbanístico, desarrollado por Pilar López Partida y las constructoras Afar-4 y Edisan, unidas en la sociedad Catedral de Inversiones, ha sufrido un leve contratiempo. Inconveniente que el Ayuntamiento debe intentar resolver, “puesto que Afar4 ya le ha pagado 100 millones de pesetas y construye el nuevo edificio consistorial como parte de este acuerdo”, recuerda Carmen Villanueva.