“Hemos sido capaces de crear una alternativa a la policía autonómica”

El proyecto regional de seguridad y la red de oficinas judiciales han convertido a Alfredo Prada en uno de los consejeros con más peso en el Gobierno de Esperanza Aguirre, consiguiendo que a las BESCAM se hayan sumado municipios de uno y otro signo político. Ahora, desde su despacho en la calle Miguel Ángel de Madrid, a sólo unos pasos de la sede de la Delegación del Gobierno, espera que esta cercanía en el callejero se traslade también a un mayor entendimiento con este organismo tras la dimisión de Constantino Méndez a raíz del caso Bono y la llegada al cargo de Soledad Mestre.

Dos años después de que se pusiera en marcha el proyecto regional de seguridad, ¿cómo puede decir que está funcionando?
El balance es francamente positivo. Hemos sido la única administración que ha hecho una apuesta clara por mejorar y reforzar la seguridad de los ciudadanos, y sin tener además esa responsabilidad, fruto de un compromiso político que se convirtió en compromiso de gobierno y que en la andadura de la legislatura ha tenido además su reflejo presupuestario. Y eso ha permitido que hoy en 34 municipios de la región haya 1.500 policías más, perfectamente formados y equipados. Y en el horizonte de un año tenemos previsto incorporar otros 1.000 agentes más.

En todo caso, y aunque las estadísticas dicen que el número de delitos ha bajado, la percepción de los ciudadanos no es esa...

Precisamente esta es una de las directrices del proyecto BESCAM: la presencia policial para cambiar la percepción y la sensación que tienen los ciudadanos. Llegar al nivel cero de comisión de delitos es una utopía, pero España en general, y Madrid en particular, están por debajo de la media europea en número de delitos; eso es un hecho objetivo, y sin embargo los ciudadanos madrileños perciben un nivel de inseguridad altísimo, hasta el punto de que consideran la seguridad ciudadana como uno de sus principales problemas. Nosotros hemos querido hacer políticas que conlleven dos medidas inmediatas: conseguir la reducción de los delitos, con políticas preventivas, y que el ciudadano empiece a percibir mayor seguridad. Para eso diseñamos un proyecto en el que los policías no estuvieran en los despachos; no queríamos que hubiese más investigación, que ya se hace y muy bien, sino que estuvieran las 24 horas en la calle, los 365 días del año, trabajando por la seguridad de los ciudadanos.
¿Mantiene en ese sentido la petición al Ministerio del Interior de más guardias civiles y policías nacionales?
Sin duda. Yo quiero recordar una vez más que la seguridad es competencia exclusiva del Estado y del Ministerio del Interior. Nosotros somos un actor que nos hemos invitado a participar en ello porque hemos considerado que no podíamos vivir de espaldas a ese problema. Nuestra actitud nos permite poder ser aún más reivindicativos, tener más legitimidad si cabe para reivindicar que el Ministerio del Interior tiene que incrementar las plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil en 3.000 efectivos. Pero además, incrementarlas de verdad, porque llevamos dos años en una ceremonia de la confusión en la que vienen policías y se marchan policías, porque no se han buscado fórmulas de arraigo a nuestra región. Nuestra propuesta de colaboración pasa por eso, porque se adscriban unidades a la Comunidad de Madrid, lo que provocaría de forma inmediata que esos policías se arraigasen aquí, y entendemos que eso hay que hacerlo ni más ni menos que con 3.000 efectivos, para conseguir sumarlos a los 2.500 policías que la comunidad ha puesto. Si lográramos conseguir esto, haríamos de Madrid la región más segura de Europa.
¿Le han trasladado los alcaldes de la Sierra su preocupación por la falta de seguridad?
Con los alcaldes me reúno permanente, casi a diario. Me trasladan primero esa preocupación que tienen acerca de la inseguridad, y en segundo lugar que hay una carencia importante de Guardia Civil. Destacamentos que deberían que estar compuestos por 12 efectivos sólo tienen a dos, uno de ellos de Tráfico, y dan cobertura a cinco pueblos. Ahí es donde hay que pedir la respuesta inmediata a la Delegación del Gobierno.

También se habló en su momento de la posibilidad de mancomunar el servicio de Policía Local en los pequeños municipios...
Éste es otro planteamiento. Si tuviéramos la posibilidad, que la ley no nos lo permite, de mancomunar las policías locales, estaríamos dispuestos a estudiar la implantación de las bescam con un alcance superior. Lo que ocurre es que la legislación estatal nos lo impide, y en consecuencia estamos hablando de una hipótesis que hoy por hoy es inviable, mientras que la actuación de la Guardia Civil puede ser de forma inmediata. Se ha demostrado ahora en Cataluña; yo he felicitado al ministro por ello, y le he pedido que haga lo mismo en Madrid, porque el problema ya no es coyuntural, sino que se está convirtiendo en estructural; llevamos dos años con problemas de seguridad en las pequeñas poblaciones.
¿Se plantea el Gobierno regional la creación de una policía autonómica propia?
No. Es que de hecho el proyecto BESCAm nace como una alternativa. Lo que se reflejaba en el programa electoral es exactamente lo que figura en los convenios que hemos suscrito con esos 34 municipios. Es decir, crear brigadas o unidades de seguridad ciudadana especializadas en los municipios de más de 25.000 habitantes de la región. Es verdad que a la hora de establecer esa cifra hemos sido flexibles y hemos ido a los habitantes de hecho, no de derecho, y en vez de 25 bases operativas al final hemos puesto 34. Con esto, hemos sido capaces de crear una alternativa a la policía autonómica, porque quisimos mantener el estatus competencial, salirnos del debate jurídico y político, y poder actuar de manera inmediata, precisamente para poder llegar a resultados como los de hoy. A mí me parece realmente espectacular que sin haber hecho ninguna modificación legislativa hayamos tenido capacidad de poner en menos de un año 1.500 policías en la calle. Y en consecuencia creo que ha sido muy positivo y no tenemos ninguna intención de modificar ese panorama, porque hemos abierto la posibilidad de ser una alternativa a la policía autonómica, que por cierto no ha dado los resultados esperados para mejorar la seguridad en algunas regiones de España donde se ha implantado.

Una cosa más. También se indicó que en la zona Noroeste y de la Sierra habría una base para los helicópteros de las BESCAM. ¿Se ha decidido ya cuál será su ubicación?
Hemos hablado ya mucho de este tema con el alcalde de Las Rozas, pero todavía no lo hemos cerrado. De todas formas, aunque la vigilancia policial aérea tenga base en una localidad concreta, abarcará toda la zona.