Permisividad en unos casos, intransigencia en otros...

Sin embargo, la realidad es que no se puede comparar desde ningún punto de vista el tratamiento de residuos -que además es un negocio para la empresa que lo explota- con la creación de una infraestructura sanitaria que daría servicios a todos los vecinos. Pero el PSOE villalbino vuelve a caer en el error de confundir churras con merinas (y ya es imposible pensar que se trata de una confusión inconsciente) para justificar la permisividad con que actúa en unos casos, lo que contrasta claramente con la dureza que aplica en otros temas. Sin ir más lejos, en esta misma edición encontramos el caso de los CIMCO, donde el Ejecutivo ha evitado cualquier tipo de interpretación flexible, hasta llegar al punto de despedir a cinco profesores de los programas de Garantía Social. Aquí, desde luego, no parece que vaya a actuar con generosidad como en la situación que relatábamos antes, quizá porque desde los sindicatos no han dudado en atacar con dureza la postura del Gobierno, con el alcalde a la cabeza, quien no ha dudado de rodearse de un amplio y prestigioso equipo judicial para afrontar este proceso, lo que en definitiva no viene si no a poner de manifiesto que quizá no las tenga todas consigo acerca de la resolución de este conflicto.