La primera oreja la cortó Urdiales de su primer oponente. Un buen astado mientras duró, al que el diestro riojano le toreó bien sobre la mano derecha, aunque se enteró tarde del buen pitón izquierdo del animal. La faena tuvo dos partes, y cuando el toro fue a menos Urdiales optó por la firmeza y por meterse entre los pitones para exprimirle del todo. Una buena estocada ayudó a la concesión del trofeo.

El quinto fue un sobrero de la misma ganadería que tuvo guasa y con el que Urdiales poco pudo hacer.

La otra oreja del festejo la sumó Luis Bolívar del sexto, aunque fue un tanto generosa. El toro de Carmen Segovia se movió y el de Cali desarrolló una faena poderosa y de torero de valor y capacidad. Dio distancias al toro y su labor estuvo presidida por la emoción que ponía el animal y la valentía del diestro. Fue vital el buen estoconazo que dejó Bolívar para que se le otorgara el trofeo.

Miguel Abellán tuvo la oportunidad de cortar la oreja a su primero, y aunque fue una faena limpia y templada faltó el eco suficiente en el tendido para que la actuación cobrase altura.

El resto del encierro de la ganadera madrileña ofreció menos posibilidades, aunque cumplió en Las Ventas y continúa con su cartel intacto.

Abrió el festejo el rejoneador Javier San José, que tras una actuación un tanto desafortunada llegó a ser descabalgado de su montura hasta el punto de que le tocaron los tres avisos y al toro debió finiquitarle un banderillero de su cuadrilla.

Novillada con escaso bagaje
Antes de esa corrida de toros, el viernes 1 se lidió una novillada del hierro colmenareño de José Vázquez, los antiguos Aleas que hoy convertidos en Domecq son otra película y poco se parecen a la fama de antaño.

El encierro, mal presentado y tremendamente desigual, resultó muy manso, parado y deslucido, y sólo el sexto novillo salvó algo el honor.

La terna se estrelló y fue un festejo aburrido y con escaso bagaje.

Fernando Tendero dejó muletazos sueltos de buena factura, pero se diluyó todo en un mal manejo de los aceros. Román Pérez pasó de puntillas y Javier Cortés realizó una faena de menos a más al mejor novillo, pero entre que vio tarde las condiciones del novillo y luego no utilizó bien la espada, todo quedó en el limbo.

Buen debut de Adelaida
El domingo 3 debutaba en Madrid la ganadería salmantina de Adelaida Rodríguez, (de pura sangre Lisardo Sánchez). Ya es hora que divisas buenas de la Asociación de Ganaderías metan la cabeza en Las Ventas.

El encierro, muy en tipo de su procedencia, tuvo tres toros notables y otros más mansos y desclasados, pero los primeros tuvieron movilidad y raza. Uno de estos fue el que abrió plaza, un animal que siempre fue a más, con la virtud de la acometividad y la raza. Fue una dura papeleta para el confirmante José Calvo, que acusó su corto número de contratos. Su faena estuvo presidida por las ganas, pero no logró agarrar el triunfo que le puso el toro. Otro buen astado de Adelaida fue el quinto de López Chaves, al que el de Salamanca estuvo a punto de cortarle la oreja si agarra una estocada. Fue una faena sincera y entregada, con muletazos largos a un toro que tuvo profundidad y clase en las telas. Andrés Palacios tuvo una tarde espesa. Tiene excusa ante su primero, que reponía, pero al sexto nunca logró meter en la muleta en una labor ayuna.

San Isidro

Ayer, jueves dio comienzo la Feria de San Isidro. El considerado Mundial del Toreo este año será una liguilla por la falta de los grandes. Es decir, José Tomás, Ponce, Aparicio. Hasta el 30 de mayo, un gran maratón. Y la feria del Aniversario, del 2 al 7 de junio. Pasarán cosas que marcaran la temporada y el futuro.

Encastada novillada de moreno silva en el primer festejo del ciclo

La novillada estaba tapada en los carteles del miniciclo de la Comunidad. Novillos de Moreno Silva (encaste Saltillo) para Julián Simón, Nuno Casquhina y José Carlos Venegas. Era el jueves 30 de abril, día de operación salida del puente, y pocos aficionados en los tendidos de la plaza. Sin embargo, a la postre fue una novillada muy interesante y de juego muy variado, donde a la finalización el mayoral de la ganadería fue obligado a salir a recibir una fuerte ovación. Del encierro destacó un segundo, muy bueno; un tercero, encastado; un quinto que embistió mucho, y un sexto muy bravo en varas que tomó cuatro fuertes puyazos, pero que llegó aplomado a la muleta.

La terna hizo lo que pudo, aunque no fue suficiente. Son animales con casta y temperamento, y a veces no son fáciles. Lo mejor lo firmó Venegas ante el tercero, un novillo exigente al que hilvanó tres series excelentes sobre la zurda. Pudo cortar una oreja, pero el premio se esfumó y se tuvo que conformar con una merecida vuelta al ruedo. Casquhina dio muchos pases a su buen segundo sin alma ni acople y tampoco brilló con su otro utrero, que también le ofreció muchas posibilidades de triunfo. Julián Simón tampoco pudo lucirse.