El Villalba ascendió en 2005 con un 0-2 al Inter Madrid que le dio además el título de Liga
Fin a la mejor etapa de siempre en Tercera
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El matrimonio Martínez - Comenge vio premiada su apuesta por meter al CUC Villalba en Tercera División en junio de 2005, tras dos proyectos anteriores que se quedaron en puertas. Una década después de la histórica tarde en El Álamo, los amarillos consumaron un ascenso mucho más holgado en la Dehesa de la Villa, con un 0-2 al Inter Madrid. Aquel equipo, dirigido por Juan Carlos Argenta, alcanzó además el Campeonato de Liga de Preferente, por delante del Coslada y ofreció un gran fútbol, definido en la portería contraria gracias a los goles del nigeriano Elvis, un jugador que dos temporadas después jugaría en Segunda División con el Granada 74 y que hoy lo hace en el Ceuta. El éxito no le valió la continuidad a Argenta y el proyecto de Tercera se puso en manos de Felipe Huelva, uno de los entrenadores más afamados del fútbol madrileño que había hecho campeón de Tercera al Rayo Majadahonda en calidad de recién ascendido. Huelva sería destituido en el parón navideño alegando mal ambiente en el vestuario, y con el equipo fuera de los puestos de descenso. Su segundo, Javier de Lucas, asumió el mando y condujo al equipo hacia su primera permanencia en Tercera. El hoy técnico del Coslada se mantuvo la temporada siguiente y el equipo logró un hito histórico al ser líder de Tercera durante cuatro jornadas. Ese año, Toni Corbella anotó 17 tantos, una marca que aún hoy es la mejor de un delantero del Villalba en la categoría. Pese a los datos, la permanencia no se volvió a asegurar hasta el tramo final de la Liga y los presidentes tomaron nota: el asalto a Segunda B tenía que pasar necesariamente por una mayor inversión, combinada con una potenciación del perfil profesional de jugadores y técnicos. Una discusión acabó con la etapa de De Lucas y los presidentes apostaron por retomar la bicefalia entre la dirección deportiva y el banquillo, perdida tras la marcha de Antonio Vilches. José Torres fue nombrado director deportivo y se apostó por Nebo Milicic, técnico del Real Madrid juvenil, para dirigir a la mejor plantilla de Tercera. Los métodos del técnico chocaron con unos jugadores apocados y Milicic fue destituido. Lo mismo pasaría con Miguel Cerdán, cuyo cese propició que aflorara la calidad de la plantilla justo a tiempo para salvar la categoría sin cobrar y con el presidente en un hospital.
Lo que vino después es conocido.