El jurado popular no tuvo dudas en su fallo: culpables

Una vez conocido el fallo del jurado, el fiscal pidió 38 años de cárcel para los tres encausados. La acusación particular elevó su petición de penas a 42 años de prisión, mientras que el abogado de Daniel M. M., acatando la decisión del jurado popular, solicitó que su cliente cumpliera 32 años de privación de libertad. Finalmente, las defensas de los otros dos imputados reclamaron la libre absolución de éstos, algo que parece poco probable después de que hayan sido declarados culpables. Los miembros del jurado consideraron probado que Daniel se encontró con su padre y su tío, el 27 de diciembre de 2003, con el objetivo de urdir un plan para matar al constructor Ramón L. G., ex jefe de Daniel. Los tres emprendieron un viaje a Portugal, adquiriendo el arma con la que luego se cometieron los asesinatos. “El agresor disparó a sus víctimas estando él de pie y ellos sentados, las sorprendió y no tuvieron tiempo de reaccionar”, indicó el jurado, que descartó que Daniel M. M. sufriera algún tipo de patología.