El Parque Nacional se queda en las cumbres

De este modo, indica el colectivo, “queda fuera del Parque Nacional la práctica totalidad de la ladera norte de la Sierra, incluidas las zonas de nidificación y campeo del águila imperial, una de las especies más emblemáticas del Guadarrama y también una de las aves más amenazadas”. Se trata, a juicio de los ecologistas, de una propuesta “exigua” que “elude regular los usos y actividades más conflictivos”, entrando en “frontal oposición con la conservación de los valores naturales”. En este sentido, la asociación hace referencia a los desarrollos urbanísticos en Palazuelos de Eresma y Torrecaballeros, donde se prevé la construcción de 10.000 viviendas. Para atender a estos núcleos, continúan desde Ecologistas en Acción, “las promotoras están planteando la construcción de una presa en el río Cambrones. Si la Junta hubiera propuesto un Parque Nacional más extenso, ninguno de estos desarrollos sería posible”.

Las reacciones, al margen de la de este colectivo, no se han hecho esperar. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró en un acto celebrado el miércoles que los pinares de Valsaín deberán mantener “sus características porque es un patrimonio que debe seguir gestionándose desde lo público”. Además, Narbona señaló que confiaba en que las comunidades de Madrid y Castilla y León lleguen a “un acuerdo definitivo” en los próximos meses.


Ecologistas en Acción
“Pierde su finalidad”
Si sumamos la superficie propuesta por Castilla León (11.000 hectáreas) a la del Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Comunidad de Madrid (34.000 hectáreas con la máxima protección), el Parque Nacional no llegaría a las 50.000, “superficie mínima necesaria para asegurar la conservación de las grandes especies amenazadas en la Sierra de Guadarrama”, indica Ecologistas en Acción en un comunicado. Además, indica este colectivo, de esta manera “el Parque Nacional pierde su finalidad y objetivos para los cuales debe ser declarado, y se convierte en una mera herramienta propagandística y de atracción de inversiones inmobiliarias”. Finalmente, los ecologistas recuerdan los errores que contenía la propuesta madrileña.