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Los diestros Daniel Luque y Ángel Teruel, nombres propios de la feria de Valdemorillo

El diestro César Jiménez / archivo
El diestro César Jiménez / archivo
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Los diestros Daniel Luque -con tres orejas (alguna de más)- y Ángel Teruel han sido los dos grades destacados de la feria de Valdemorillo 2009. Un ciclo más, sin grandes triunfos ni sucesos destacados, donde la gente respondió en buena medida. Desde luego que con la positiva asistencia de público y con la mejor subvención del Ayuntamiento (si no otro gallo cantaría) para este empresario no existe la crisis. Pero quizá hubiera sido bueno ganar algo menos y rascarse el bolsillo en ganaderías mejor presentadas y de mayor predicamento. Porque el juego de los toros de San Román fue lamentable, la novillada no embistió y la mayoría de los toros elegidos para César Jiménez tampoco sirvieron. Como todo hay que decirlo, hay que destacar varios ejemplares de Buenavista, con un toro bravo y de gran juego. Dos toros de esta vacada también valieron.

En la novillada picada celebrada el jueves 5 sólo Javier Cortés se llevó un trofeo tras mostrarse firme y con oficio ante un novillo de Campoamor que se dejó, pero que no tuvo clase ni raza. El encierro de esta vacada fue un verdadero saldo y su comportamiento fue manso y descastado. Algo presumible tratándose de una ganadería que, a priori, no ofrece ninguna garantía de embestir. El resultado fue el que se atisbaba y tampoco la terna terminó de acoplarse. Sin cortar orejas, los mejores muletazos de la tarde los firmó Pablo Lechuga en el sexto sobre la mano derecha, aunque lo echó todo a perder por el deficiente uso de los aceros.
“El Sombrerero” se midió ante el novillo más noble de la función, el primero, pero faltó mayor eco y la faena no trasmitió al tendido.

Luque: una vez más
Daniel Luque se proclamó por segundo año consecutivo como el triunfador de esta feria. Poco le importó la mansedumbre de los toros de San Román, ya que el sevillano supo imponerse a la condición de su lote y triunfar. Esto sucedió el viernes 6, en un ambiente de nieve y frío fuera del coso. Luque le cortó la oreja a su flojo primero, que le propinó una fea voltereta. El torero volvió a la cara del toro como un jabato y fue capaz de robarle naturales de mucho mérito. Hundió el estoque arriba y sumó la primera oreja. Otras dos (una de más) se llevó Luque en el sexto tras lucirse en el saludo de capa y plantear una faena entonada y valerosa entre los pitones de un aplomado astado. Volvió a estar muy seguro con la espada.

Curro Díaz también se llevó un trofeo en el cuarto, un toro rajado y sin celo al que el torero compuso una faena de detalles con bonitos pasajes. Juan Bautista dio sensación de tristeza. No apostó con su primero, que aunque fue reservón se movió, y con su segundo estuvo vulgar y mecánico.

Se anunció a bombo y platillo la encerrona en solitario de César Jiménez con seis toros. Al final, el resultado fue un fracaso. Ni los toros embistieron ni el torero estuvo a la altura que se esperaba. Le faltó entregarse más, mayor variedad y estar más acertado con la espada, y le sobró vulgaridad. El diestro, en un gesto que le honra, se negó a salir a hombros. Hizo bien, porque el público salía desencantado. Este tipo de gestas se deben de hacer en plazas importantes y Valdemorillo, teniendo su relevancia, no es coso de categoría para una cosa así. Además, los toros elegidos por empresa-apoderado-Ayuntamiento dejaron mucho que desear. Toretes de buenas ganaderías, sí, pero muy anovillados, chicos y sin trapío. Encima, en su conjunto salieron mansos y ayunos de bravura. Sólo cumplieron bien el de Victorino Martín y el de Alcurrucén.

Los dos primeros ejemplares de Antonio San Román y “El Torreón” apenas sirvieron. El primero fue un morucho y el segundo tuvo nobleza, pero se apagó pronto, mientras que a Jiménez le faltó poner más entrega y enfibrarse más.

La primera oreja llegó con un toro de Algarra muy flojo, pero que recuperó energías en el último tercio. Fue la faena más inteligente de la tarde, donde el madrileño dio pausas, tiempos y distancia a su oponente para aprovecharle bien. Brilló en dos tandas de muletazos sobre la mano derecha y remató bien la faena antes de que el toro se rajara.

La otra oreja se la llevó del toro de Victorino Martín, que causó gran expectación tras salir por chiqueros. Fue un ejemplar que humilló, tuvo codicia y repetición, y mantuvo el interés siempre, aunque no rompiera del todo.

La faena de Jiménez estuvo basada en la mano derecha, donde dos series tuvieron mando y llevó muy sometido a este buen victorino. Por el pitón izquierdo, el torero no se dio coba. El toro de Alcurrucén embistió muy despacio y con una clase exquisita. Dejó buenos momentos el diestro, aunque a la faena le faltó tomar mayor cuerpo para que alcanzara cotas más elevadas. Hubiera podido pasear algún trofeo, pero lo emborronó. A partir de ahí, la tarde se evaporó. El chico toro de Cubillo se rajó tras las banderillas y el sobrero de regalo de Algarra fue un mulo sin un pase. Poco quedará en el recuerdo.

Viernes 6 de febrero de 2009 / Corrida de Toros / 3ª Feria

Un tercio de entrada. Frío y nieve en el exterior de la plaza y frío dentro del coso. Toros de Antonio San Róman, bien presentados en conjunto aunque con desigualdad de tipos y hechuras. Encierro descastado, manso, flojo y muy deslucido. La mayoría pitados en el arrastre. Curro Díaz, saludos y oreja; Juan Bautista, saludos y silencio; y Daniel Luque, oreja y dos orejas. Banderillearon bien Curro Robles e Isaac Galvín.

Sábado 7 de febrero de 2009 / Corrida de Toros / 4ª Feria

Casi lleno. Toros de Antonio San Román (manso y descastado); El Torreón (terciado, soso y apagado); Luis Algarra (noble y flojo); Victorino Martín (encastado y con fijeza); Alcurrucén (bueno y con clase); Núñez del Cubillo (chico y descastado) y Luis Algarra (de nulo comportamiento). César Jiménez como único espada: silencio-silencio-oreja-oreja-ovación-silencio y palmas en el sobrero.

Una oreja por coleta

‘Minutejo’,
un gran toro


La feria se cerró el domingo 8 con un encierro de Buenavista en el que “El Fundi”, Antonio Ferrera y Ángel Teruel cortaron una oreja cada a uno. Sin embargo, el gran suceso de la tarde fue Minutejo, un toro encastado, fiero y con gran temperamento, que fue premiado con la vuelta al ruedo. Un gran toro estoqueado por Antonio Ferrera. Le faltó un puntito de entrega, pero tuvo una movilidad y una casta digna del mejor semental de una ganadería. Ferrera intentó cogerle el aire, pero no lo consiguió. Un torrente de casta así no es fácil de dominar. Los muletazos salían rápidos y con mucha velocidad. El público ya había tomado partido por el toro. Hubiera desbordado a muchos. Una vuelta al ruedo para el animal y la cruz para el torero. Se desquitó en su segundo, tras una faena de pundonor en todos los tercios y gran entrega que le valió un trofeo. Gustaron mucho las maneras del joven Ángel Teruel. Es torero nuevo, pero quiere torear despacio, con gusto y con un estilo clásico. Lo logró con su primero, un Buenavista con clase y ritmo al que toreó asentado y dibujo muletazos buenos. Cortó una oreja. Pudo sumar otra más en su segundo, pero el astado se paró pronto y Teruel volvió a gustar y dejar buenas sensaciones.

La otra oreja fue para “El Fundi”, en el cuarto, donde volvió a dejar patente su buen momento. Tras una labor de torero cuajado, remató a su oponente de una gran estocada. Al que abrió plaza le toreó bien de capa.

Domingo 8 de febrero de 2009 / Corrida de Toros / 5ª Feria

Dos tercios de entrada. Toros de Buenavista, correctos de presentación, agradables de caras y de bonitos tipos. De juego desigual, destacando el 2º, muy bravo y encastado, de nombre
Minutejo, premiado con la vuelta al ruedo; y 3º, bueno y con clase; 1º , complicado. El resto mansos, manejable y sin fondo. “El Fundi”,
saludos y oreja; Antonio Ferrera, división
de opiniones; y Ángel Teruel, oreja y silencio.
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