La Fundación Virgen de los Dolores, entre la expansión y los juzgados

La gente acude con mucha devoción a rezar el rosario, eso no ha cambiado”, indica Pedro Besari, portavoz de la Fundación, quien a continuación indica que hay que separar el tema de las apariciones de la “obra social” que se realiza desde esta entidad. “Hay gente que habla de curaciones o que también dice que ha visto a la Virgen de los Dolores, pero nosotros les pedimos que eso se quede en su ámbito personal”. También en este punto es donde surgió al principio un cierto conflicto con la Iglesia, especialmente a raíz de que en 1985 el cardenal Ángel Suquía publicase una nota que luego se ha prestado a numerosas interpretaciones: No consta el carácter sobrenatural de las supuestas apariciones y revelaciones que se dan en el lugar conocido por el nombre de Prado Nuevo, decía entonces el arzobispo de Madrid. Sin embargo, Besari señala que esto no significa que ratifique o niegue esos hechos, “sino simplemente que no consta, que no es lo mismo que no hay”.

Con el paso de los años se produjo un prudente acercamiento, culminando en diciembre de 1993 con la visita del propio Suquía a El Escorial, quien ofició una misa en la capilla situada en la sede de la Fundación. Y en 2006 encontramos otro punto de inflexión: el actual cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, autoriza la celebración de una eucaristía para conmemorar el 25 aniversario de la primera aparición de la Virgen a Amparo Cuevas. Por otra parte, la Asociación de Fieles colaboró activamente en la organización de la última visita a España del Papa, lo que pone de manifiesto que del distanciamiento inicial se ha pasado a una relación cada vez más estrecha. Todo ello, junto a la inauguración de distintas residencias, con el beneplácito de los respectivos obispos, hace que la Fundación haya encontrado el mejor argumento para asegurar que quienes les acusan de ser una secta no tienen ningún motivo objetivo para hacerlo.

Tampoco ha cambiado la omnipresencia de Amparo Cuevas, aunque hace años que no aparezca de manera pública: “Cuando se hizo el proyecto de la residencia de Torralba, en Soria, le dijo al arquitecto que un arco tenía que ser de una determinada forma y no como se había pensado, porque ella lo había visto así”, explicaba una de las Hermanas Reparadoras.

A la sede de El Escorial se unió en 1996 otra residencia en Griñón, y en 2003 una más en Torralba del Moral (Soria), dentro de un proceso de expansión que pronto tendrá un nuevo punto en el mapa en la localidad burgalesa de Peñaranda de Duero, donde se ha rehabilitado un antiguo convento de Carmelitas. También existe un proyecto para construir una residencia en el pueblo natal de Amparo Cuevas, Pesebre, en la provincia de Albacete, y todo ello sin olvidarse de El Escorial. “Queremos hacer aquí una residencia más grande, porque tenemos una lista de espera bastante grande, aunque la Fundación quiere que lo primero sea una capilla en Prado Nuevo”, cumpliendo así con las palabras que presuntamente la Virgen de los Dolores transmitió a la vidente.

Y frente a esto, la polémica, especialmente a raíz de las actuaciones judiciales llevadas a cabo por la Asociación de Víctimas de las Supuestas Apariciones de El Escorial, presidida por Juan Carlos Bueno. Primero en octubre de 2005, por el secuestro de su hermano José Luis, denuncia archivada a los pocos días; luego se inició un procedimiento de incapacitación temporal, denegado en primera instancia y recurrido ante la Audiencia Provincial, cuyo fallo se producirá en breve. En este sentido, desde la Fundación explican que José Luis Bueno ha sido reconocido en este proceso por nueve profesionales, entre los que destacan los psiquiatras Enrique Rojas y López Ibor, siempre con informes favorables. El suma y sigue de denuncias se completa con querellas por presuntos delitos de estafa y coacciones, hasta culminar con el archivo (el pasado 7 de noviembre) de la presentada recientemente en el juzgado de El Escorial contra Amparo Cuevas y otros 13 miembros de la Asociación de Fieles. En esta última denuncia, el colectivo de víctimas presidido por Juan Carlos Bueno manifestaba que “utilizando este fenómeno religioso, estas personas conseguían que los fieles donasen sus bienes, a cambio de promesas de redención, desposeyéndoles de todo cuanto tenían […] a través de un entramado de asociaciones y de mercantiles. Estas personas canalizaban donaciones apropiándose de ellas y destinándolas a un uso particular ajeno al fin por el que los fieles donaban sus propiedades. Todo un ardid de ingeniería financiera para apropiarse de bienes de distinta índole de personas engañadas, bajo pretexto de destinarlo a un fin benéfico, que no es tal”. Sin embargo, la sentencia de la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de San Lorenzo archivaba la causa -decisión que ya sido recurrida- al entender que no había pruebas que sostuviesen las acusaciones de asociación ilícita, secuestro y coacciones. “Si bien el resultado era esperado por el desarrollo de las diligencias, sí que albergábamos la esperanza de un mínimo de investigación ante el cúmulo de irregularidades aportadas”, manifestaban en su página web (www.victimasaparicionesdelescorial.org), en donde, por otra parte, también indican que su camino es “duro, heridos por el daño que se nos ha ocasionado, pero con el convencimiento de que es absurdo y perverso lo que realizan los dirigentes de las supuestas apariciones”. Además, muestran su satisfacción por haber aumentado el número de integrantes de esta asociación, asegurando que han pasado de tres a 25 casos.

Resoluciones pendientes
De cualquier manera, no se trata de un punto y final; todavía están pendientes otras resoluciones, en referencia a la situación laboral de las Reparadoras en las residencias de El Escorial, Griñón y Torralba. Y a la vez, desde la Fundación recuerdan que en abril de 2008, algunos miembros de la Asociación de Víctimas fueron condenados por una falta de coacciones, y que además el Juzgado número 4 de San Lorenzo admitió a trámite una querella por la supuesta falsificación de un documento, atribuyendo su autoría al Arzobispado de Madrid. Son los últimos episodios dentro de la judicialización de este fenómeno. “No secuestramos a nadie, la gente está aquí voluntariamente aquí; nuestras cuentas están claras, porque los bienes de las asociaciones han ido surgiendo de la puesta en común de nuestro patrimonio y de los que luego se han ido incorporando a esta obra. Se han inventado muchas cosas, pero nadie nos ha preguntado directamente”, indicaba Pedro Besari, quien terminaba volviendo al principio: “No hablamos de apariciones, porque la Iglesia todavía no se ha pronunciado oficialmente sobre ello. La gente viene a rezar el rosario y a orar en este lugar que se ha convertido en centro de peregrinación internacional. Unos creen en las apariciones y otros simplemente vienen por devoción. Nosotros intentamos que no se desvirtúe el hecho religioso ni la piedad popular que mueve a la gente, como ocurre en Fátima o en Lourdes”.