Los aullidos de Lobo Cojo

“Aunque lo he dicho por activa y por pasiva, no me importa repetirlo: estoy aquí, en esta rotonda situada junto al Tanatorio -toco madera-, porque me han traído, pero maldita la gana que tenía de abandonar mi hábitat natural”. Lobo Cojo insiste en este tema porque “no quiero que nadie me apunte con el dedo o me incluya entre los beneficiarios de ese despilfarro económico respaldado por nuestros gobernantes bajo el nombre de “inversiones en mejora de rotondas” y que no es otra cosa que un simple plan de marketing destinado a maquillar la imagen de JP.

Y digo esto, porque me aseguran que sólo los chirimbolos que decoran las mismas han supuesto un desembolso para la tesorería local de más de 100 millones de las antiguas pesetas, cifra a la que debemos añadir las facturas generadas por los trabajados de jardinería, mantenimiento, etc. Y si no lo hiciese, ¿con qué cara iba a mirar yo a todos esos amigos y admiradores, honestos contribuyentes, que acuden casi todos los días a verme aquí, en lo alto de mi pedestal, rodeado de chorros de agua, flores de temporada y plantas autóctonas para contarme sus penas y pedirme, además, que dé caña a esos políticos que por el hecho de haber ganado unas elecciones se consideran los amos del pueblo. Por esto y también por todas esas obras faraónicas promovidas por el Gobierno presidido por JP, con el famoso parking subterráneo como buque insignia, los villalbinos debemos acudir mañana a la manifestación que tendrá lugar a la una de la tarde en la calle Honorio Lozano”.