El barómetro
Quique entra
en el santoral
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El primer homenaje a Quique Blas resultó un éxito. Allí estaban todos y he ahí la razón. Se equivocará quien mida el tributo por el nivel de los equipos, la puntualidad o la asistencia de políticos, que haberlos, hubo.
Fue un éxito porque el voleibol fue el nexo de unión de todos, porque se juntaron jugadores que hacía tiempo que no se veían, porque hubo quien sacó el traje corto del armario después de muchos años, y porque vimos muchas fotografías de una época irrepetible, creada por un ser irrepetible en el Deporte de Villalba. Que haya que recoger firmas para que una instalación deportiva lleve su nombre habla, por un lado, de la falta de cintura política a la hora de proponer desde el Ayuntamiento una medida que es de perogrullo, sin esperar a la aclamación popular; por otro, del cariño de su gente. En cualquier caso, Quique está en la leyenda, en un santoral deportivo que todos estamos obligados a honrar.