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El Ejecutivo se queda en minoría tras la marcha de una edil de APIC

Por Paola F. López
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El Ayuntamiento de Colmenarejo vive una nueva crisis tras la decisión de la edil  (Foto: ARCHIVO)
El Ayuntamiento de Colmenarejo vive una nueva crisis tras la decisión de la edil (Foto: ARCHIVO)
La hasta ahora edil de Cultura y Sanidad de Colmenarejo Elena Rodríguez, número tres en la candidatura de APIC, ha abandonado este grupo municipal, situándose como concejala no adscrita, mediante un escrito presentado en el registro municipal ese mismo día, abandonando así el Equipo de Gobierno que preside María Isabel Peces-Barba.

Pese al revuelo provocado por su decisión, la edil no quiere aún hacer declaraciones para aclarar los motivos por los que ahora se desvincula del Ejecutivo u de un partido al que pertenece desde su formación, hace 10 años.

A pesar de este silencio, representantes de diferentes grupos políticos y vecinales de este municipio vienen a coincidir en que el Avance del Plan General de Ordenación Urbana está detrás de esta decisión.

Tanto en Vico como en UPyD, así como en la Plataforma Salvemos Colmenarejo, aseguran que la salida de Elena Rodríguez se ha acabado produciendo por las discrepancias y polémicas que está provocando en el municipio el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que quiere aprobar APIC con el apoyo del PSOE. Sin embargo, en UPyD y en la Plataforma figuran antiguos miembros de APIC y ex compañeros de Elena Rodríguez, que entienden que ha habido más motivos que han llevado a esta concejala a tomar una decisión tan drástica.

Tras salirse del citado partido independiente, algunos de sus ex militantes han empezado a hacer públicos sus propios motivos, y los relacionan con los que han llevado a la edil a seguir sus pasos. Las formas de la alcaldesa, Mª Isabel Peces-Barba, y de su segundo, José Mª Vizcay, para manejar el Equipo de Gobierno y la propia formación política han ido minando la cohesión de esta agrupación.

No es el primer caso
A lo largo de los últimos años, varios de los concejales y afiliados del partido, que intentaban participar y creían acercarse a posiciones del Gobierno local, se han ido sintiendo excluidos de las decisiones de peso y han visto cómo las posturas de oposición interna a determinados asuntos sólo servían para apartar a los que disentían de la alcaldesa y de Vizcay.

La propia Elena Rodríguez se encontró recientemente con que la remodelación de las instalaciones de una de sus concejalías la estaban negociando al margen de ella. Pero fue durante la reciente concentración contra la violencia, que se convocó en Colmenarejo tras la brutal paliza de un grupo de menores a otra joven extranjera, cuando Rodríguez se desmarcó claramente del que había sido su partido desde la fundación. Mientras que los partidos del Ejecutivo (APIC, PSOE e IU) se excusaron para no acudir a esta concentración, ella sí estuvo presente en apoyo de la chica agredida y en contra de la violencia.

Tras este cambio en las filas del equipo de Gobierno, éste queda en una situación de minoría frente a la oposición. Una situación que pone en riesgo sus planes para aprobar el PGOU. El Ejecutivo queda integrado ahora por seis concejales (tres de APIC, dos de APIC y uno de IU), frente a los siete que tendría la oposición (cuatro del PP, dos de VICO y una edil no adscrita).

Sospechas sobre los ediles
Esto supone un grave problema para sacar adelante cualquier votación plenaria, incluida la aprobación del polémico Avance del PGOU.

El presidente y portavoz de VICO, Pedro González, aseguró a El Faro del Guadarrama, que para su grupo esta situación “no cambia nada”, señalando que jamás van a “apoyar una moción de censura contra Peces-Barba para que gobierne el PP”.

Asimismo, este edil tiene muy claro que VICO no va a votar favorablemente el plan urbanístico de APIC-PSOE, porque es más agresivo que el que ya intentó aprobar en su día el Partido Popular.

Por otra parte, los grupos vecinales y conservacionistas, que cuentan con una gran afiliación y peso dentro de Colmenarejo, temen que APIC y PP “puedan alcanzar un acuerdo oculto. Por ello, entre los movimientos que ya han comenzado, no se descarta que cualquiera de los que cuenta con acta de concejal pueda ser comprado en uno u otro sentido”.
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