El Ejecutivo da un primer paso para aprobar el PGOU

Este documento aparece después de que hace un año el Ejecutivo decidiese retirar el anterior Avance del PGOU. Según explica el edil de Urbanismo Luis Remacha, el planeamiento presentado “responde a la búsqueda de un cambio en el modelo económico de Galapagar, solucionando el déficit dotacional y de infraestructuras, planteando un modelo de crecimiento poblacional sostenible y respetuoso con el entorno natural”.

De este modo, indican fuentes municipales, el Equipo de Gobierno inicia una serie de contactos tanto con los grupos de la oposición como con los vecinos que, respondiendo, según señala el Ejecutivo, a uno de los compromisos acordados en el pacto de gobierno. “El futuro urbanístico tendrá en cuenta las aportaciones de todas las partes implicadas y responderá a las demandas que han surgido durante este tiempo”, señala Remacha. El titular del área de Urbanismo concluye señalando que “esta propuesta está planteada para dotarnos de un cambio de rumbo en nuestro modelo económico, dejando atrás la dependencia, casi en exclusiva, de la industria inmobiliaria”.

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Por su parte, el portavoz del PP, Daniel Pérez señala que todavía no pueden pronunciarse sobre el contenido de este plan porque lo que les han facilitado es “el inicio de un documento sobre el Avance, es decir, prácticamente nada, por lo que no se puede valorar algo que acaba de comenzar, que puede empezar siendo una cosa y terminar siendo totalmente diferente”. No obstante, el edil popular añadía: “Ya era hora de que nos enseñaran algo, porque Galapagar necesita dotarse de un Plan General de Ordenación Urbana urgentemente”. El líder del principal grupo de la oposición señalaba igualmente que “si siguen con esta buena voluntad de consensuar este tema, estaremos encantados de colaborar”. Desde las filas de la oposición se había denunciado el retraso que estaba sufriendo la redacción del Plan General, instando al Ejecutivo para que empezase a trabajar en el futuro urbanístico de la localidad, que cuenta con unas Normas Urbanísticas totalmente obsoletas que datan del año 1976. Esto, unido a la crisis que sufre el sector inmobiliario a nivel nacional, ha provocando un drástico descenso en el número de licencias de construcción, una de las principales fuentes de financiación de los ayuntamientos.