“Hay que ser el primero
y marcar diferencias”
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
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‘El Payo’, en una de sus actuaciones en Madrid (Foto: ARCHIVO) |
Octavio García “El Payo” es el novillero del año. Madrid sigue valiendo. En 2007 mostró sus credenciales en la primera plaza del mundo, proclamándose triunfador del Certamen Ocho Naciones. Regresó a Las Ventas este San Isidro para poner la plaza del revés.
Una actuación de alto voltaje que puso a todos de acuerdo. No cortó orejas por culpa de la espada y se llevó una cornada como consecuencia de una entrega y una actitud sin límites. Va estar en las ferias más importantes este verano: Pamplona, Santander, Valencia, Almería, Colmenar Viejo... Sin olvidar los principales ciclos de novilladas de final de temporada. Se entrena a cara de perro de la mano de su apoderado y mentor, Alberto Elvira, que le está haciendo un trabajo formidable tanto de despachos como de preparación. Es mexicano y se está curtiendo en la Sierra, pero es ya adoptivamente un torero de nuestra zona que dará mucho que hablar.
Vaya temporada que tienes por delante con compromisos tan importantes...
Estoy muy ilusionado. Gracias a Madrid salieron muchas cosas. Tras San Isidro me cambió la vida y ahora voy a tener la oportunidad de darme más a conocer en España y sobre todo de poder triunfar.
Este San Isidro sorprendiste, diste mucho que hablar e incluso te has llevado varios premios.
Todas las noches me acuerdo de no haber matado al novillo de “La Quinta”, sobre todo por la satisfacción personal de haber cortado dos orejas en Madrid. Lo pinché y fue una pena.
A pesar de eso, pegaste un importante zapatazo y te ha servido mucho para torear...
Sin duda. Afortunadamente, tenemos muchos festejos por delante. Sin ir más lejos, este domingo voy a Pamplona y hay una gran cantidad de novilladas firmadas. A pesar de esto no tengo arreglada mi vida y para ser figura del toreo hay que arrear cada tarde y triunfar.
Además de Pamplona, hay una larga nómina de ferias importantes y de la máxima repercusión.
De momento, Pamplona. Luego Valencia, Santander... Este mes de julio es trascendental y tengo que pegar muy fuerte y estar bien en todas esas plazas.
Lo que hiciste en Las Ventas tuvo mucho calado, pero ahora mantener ese nivel no es fácil.
Para eso me preparo a diario, para estar a un nivel mayor que en Madrid. Es una responsabilidad, pero te obliga a apretar más y a estar ilusionado.
A pesar de torear despacio y con mucho temple, tienes armas muy potentes como tu variado toreo de capa y tu valor...
En Pamplona voy a dar una sorpresa; tengo preparados dos o tres quites, uno de ellos de rodillas, que creo que van a impactar. No suelen verse y espero que gusten.
Te veo con ganas de triunfar...
Tengo que arrear mucho y ponerme por delante de todos los novilleros. Hay que ser el primero y marcar diferencias. Estoy muy contento, he luchado mucho y nunca se me habían puesto las cosas tan despejadas como ahora. Por nada del mundo quiere que se me escapen.
Me comentaba antes tu apoderado que tiene 40 novilladas contratadas para este año...
Ojalá pueda torear todas y que me respeten los toros.
Esto es una declaración de intenciones de que vas a por todas...
Al menos, voy a intentar arrimarme todo lo que pueda y que por mí no quede nada. Hasta que el cuerpo aguante voy a hacerlo.
Tu triunfo y la repercusión habrá sido un revulsivo para México, que no tiene muchos toreros.
Estuve en México después de lo de Madrid y la gente me trató con mucho respeto y cariño. No puedo decepcionar a mi tierra ni a mi gente, y mucho menos a mí. He sacrificado muchas cosas en mi vida y no puedo dejar escapar esta oportunidad.
¿También te vamos a ver por esta comarca de la Sierra?
La verdad es que voy a tener oportunidad de torear por esta zona tan buena, y deseo gustar a toda a esta afición tan exigente. Vamos a ir a Villalba, Moralzarzal y Guadarrama.
Alberto Elvira está haciendo un gran trabajo contigo y ahora supongo que toca estar a la altura.
La verdad es que no para. Está muy encima de mí, para que no me duerma. Ése es su trabajo, y el mío es acostarme con la conciencia tranquila de entrenar mucho y entregarme.