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Este galán con el número 33 se lidiará en San Isidro (Foto: Álvaro Blanco) |
Adolfo Martín y sus
tres citas en Las Ventas
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Estamos al lado de Trujillo, en el término municipal de El Escurial, en la Dehesa “Los Alijares”, donde pastan los toros del ganadero serrano Adolfo Martín. El verde del campo nos anuncia el albor de la primavera. Nos encontramos ante un ganadero de élite, en la cumbre, que es venerado por los aficionados y seguido y esperado por la afición más exigente e importante del mundo, la de Las Ventas de Madrid.
La camada de saca del ganadero para este año es amplia y un compendio de toros serios y con buenas hechuras aguardan para lidiarse en plazas de fuste y de responsabilidad. Mientras nos disponemos a ver los toros, Adolfo atiende a un grupo de aficionados llegados desde Bayona (Francia), a ver el campo y su divisa. Pocos ganaderos abren las puertas de su finca como lo hace el criador de Galapagar.
El salón de la casa esta repleto de cabezas de toros y de trofeos. Cada vez hay más. Afortunadamente. Y a este paso deberá ampliarlo.
Pocos ganaderos pueden presumir de lo que ha logrado Adolfo en estos años en Las Ventas. Su currículum es inmejorable. Intachable. Sus tardes se cuentan por toros premiados con vueltas al ruedo, corridas completas, premios, más premios... el reconocimiento de la afición. Es el espectáculo del toro bravo y encastado en estado puro. La Fiesta verdadera por antonomasia. El triunfo del toro bravo, lo que desemboca en el éxito del público y la emoción del que pasa por taquilla y paga una localidad. Madrid le espera, aunque como a los hijos predilectos le mide y le exige. Adolfo lo sabe, por tanto su mayor preocupación radica en no fallar a la confianza que los aficionados tienen depositadas en sus corridas. Es esperado y respetado.
En este 2006 hasta tres veces estará anunciado en el ruedo venteño. Tres compromisos al alcance de pocos y que muchos quisieran. Primero será el 2 de mayo, Día de al Comunidad de Madrid, con Liria, Encabo y Robleño en el cartel. Luego en San Isidro, y terminará su cita en Madrid en Otoño, allá en el mes de octubre. Son toros serios, veletos, bajos, armónicos, de manos cortas y de finas hechuras. El lote de San Isidro es muy amplio y ofensivo, y a más de uno se le ovacionara a su salida.
Los del 2 de mayo y Otoño tampoco se quedan a la zaga. Son toros muy entipados y serios a la vez. Hay algunos que son para no fallar. Abunda el pelo cárdeno en todas sus variantes. Es norma en la casa.
Luego hay otros toros con otras caras y otros tipos, pero también con seriedad en su expresión y en su mirada. Estos están preparados para ruedos como Valencia, el Puerto de Santa María y quizá Zaragoza.
Luego hay toros para cosos de menor entidad, de menor trapío, pero de muy acorde presencia para ferias como Colmenar Viejo, (el pasado año su corrida salvó a la empresa la feria), Calasparra, San Martín o Hita, entre otros cosos.