Otra huelga contra Sarkozy

La RATP, entidad que gestiona los transportes públicos de la capital y su área metropolitana, ha informado que a primera hora el tráfico era "completamente normal" en las redes de trenes de cercanías, metro, tranvías y autobuses. En tanto, en Marsella la situación ha sido un poco más complicada debido a que una línea de metro ha permanecido completamente cerrada y los servicios mínimos de autobuses solo alcanzaban el 30%.

Los trabajadores prtestan en contra del nuevo plan de reforma de pensiones que, entre otras medidas, pretende incrementar en un año, de 40 a 41, la vida laboral para tener derecho a la pensión íntegra y reducir la plantilla de funcionarios.

Pese a la huelga y las manifestaciones, Sarkozy mantiene su política inalterable con el argumento de que las polémicas reformas que plantea cuentan con el respaldo de una mayoría de franceses. Además, sostiene que las reformas son necesarias para que la alicaída economía francesa recupere la vitalidad.

En la misma línea, el ministro de Presupuesto francés, ha salido en defensa de la reforma por la necesidad de reducir gastos. Motivo que obligó al Estado a suprimir más de 15.000 empleos en 2007 para ajustar el déficit público. Estas medidas han cambiado el humor de los franceses y ha hecho caer hasta el suelo la imagen del presidente.