Preocupan y levantan polémica las medidas de Berlusconi para combatir la inmigración y la delincuencia en Italia

Según la prensa italiana, Napolitano se mostró cauto y exigió que las medidas sean realmente "urgentes y de necesidad" y respeten la normativa europea. A la espera de conocerlas, el ministro de Defensa ha propuesto que el Ejército ayude a patrullar los barrios junto con la policía, en una medida de "prevención y disuasión".

Hasta la Iglesia ha alzado la voz y ha dicho que "hay que parar los extremismos" contra los inmigrantes, ya que se corre el peligro de caer en el racismo. "No pueden dictar leyes a nadie y no pueden ser considerados como la realidad total de un pueblo", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal (CEI), el cardenal Angelo Bagnasco.

Por su parte, el cardenal de Turín, Severino Poletto, ha dicho: "Si no vigilamos profundamente nuestro pensamiento, sin darnos cuenta podemos caer en algo de racismo". "Hay que unir diálogo y seguridad, legalidad y educación, justicia y caridad. No creo en que la solución sea mandar las excavadoras y tirar todo. La libre circulación no está prohibida en Europa y se irán a otras partes", ha dicho.

Por su parte, el nuevo ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, se pronuncia a favor de una revisión del convenio de Schengen, ya que a su jucio el problema de Europa no está más en la libre circulación" de las personas sino en la seguridad. "Es necesaria una revisión para verificar la adecuación (del tratado) sobre las fronteras internas y externas", ha dicho Frattini.

En los últimos días, Italia ha comenzado la persecución de los sin papeles y después de una operación policial de varios días detuvo a 268 inmigrantes de los que 53 nigerianos y albaneses han sido deportados inmediatamente. Berlusconi ha enarbolado la lucha contra la delincuencia y la inmigración ilegal como uno de los pilares de su nuevo Gobierno, apoyado por los xenófobos de la Liga Norte.