El presidente chino visita la zona del desastre

La cifra de muertos por el terremoto registrado el lunes supera los 21.500 en la provincia china de Sichuan, y hay una 14.000 personas continúan sepultadas.

Dentro de una campaña política destinada a demostrar tanto al mundo que el gobierno del Partido Comunista tiene controlada la situación, Hu tiene previsto supervisar las labores de rescate. Además de Mianyang, el presidente visitará a las tropas y al personal médico que trabajan en el distrito de Wenchuan (provincia de Sichuan).

Allí se encuentra desde el lunes el primer ministro Wen Jiabao, que ha visitado escuelas con niños sepultados, heridos y otros damnificados para asegurarles que el Gobierno se va a ocupar de ellos. Sin embargo, los familiares de los niños fallecidos señalan a la prensa extranjera que las autoridades locales están mintiendo al primer ministro sobre la cifra real de muertos en cada zona.

A menos de tres meses de que se celebren los Juegos Olímpicos de Pekín, el gobierno reaccionó de forma muy rápida ante la catástrofe, enviando a más de 130.000 efectivos del ejército y fuerzas de seguridad a la zona. El Ministerio de Finanzas informó de una nueva partida de 28,5 millones para comprar medicinas y equipos médicos, que vendrán a sumarse a otros 7,14 millones que, junto con el de Educación, habían destinado a ayuda a profesores y estudiantes afectados. Más de 10.000 profesionales médicos trabajan en la zona más devastada, en la que operan más de 400 ambulancias.

El terremoto, de una intensidad de 7,8 grados en la escala abierta de Richter, se produjo el lunes a las 14.28 hora local y sacudió a toda China, con una gravedad comparada con el terremoto de Tangshan (al noreste de Pekín) de 1976 en el que murieron 240.000 personas y fue ocultado por el gobierno durante varios días.