El pesquero vasco nuevamente en alta mar
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Los piratas somalíes que mantienen secuestrado el atunero "Playa de Bakio" se han alejado de la costa, donde habían fondeado el buque, por temor a ser atacados por grupos rivales instalados en la provincia de Mudug. En tanto el Gobierno español sigue con las gestiones diplomáticas para descomprimir la situación.
"Los piratas se han aprovisionado de víveres en el puesto de Haradere, al oeste de Gaan (unos 400 kilómetros al norte de Mogadiscio), y se han dirigido hacia alta mar colocándose a unos 160 kilómetros de la zona costera de Gaan. Podría ser que hubieran escuchado rumores que afirman que los combatientes islamistas de la región se preparaban para atacarles", manifestó un jefe tribal de la zona.
Aunque el grupo al que se atribuye el apresamiento del navío, los tristemente célebres Marines Somalíes, dispone de un significativo potencial militar, cuando capturaron el yate francés Ponant el 4 de abril sufrieron un violento encontronazo con otro clan de la zona que acabó con un muerto y varios heridos. Por eso para evitar cualquier tipo de inconveniente es que han decidido volver mar adentro.
Por su parte, el embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, continúa sus contactos en la capital somalí, donde tenía previsto durante la jornada del jueves entrevistarse de nuevo con el primer ministro, Nur Hasan Husein. Pero la autoridad del denominado Gobierno Federal Transitorio (GFT) somalí es tan precaria que los analistas coinciden en que no podría sostenerse si no fuera por el apoyo que recibe de las tropas de ocupación etíopes, que en los últimos días se han tenido que emplear a fondo para no perder el control de la propia Mogadiscio.
Aunque el ministro de Seguridad de Puntland había indicado el martes que se disponían a enviar un contingente militar para intentar rescatar el "Playa de Bakio", esa jornada el titular de Información del mismo territorio, Abdirahman Salah, reconocía a la imposibilidad de tal proyecto. "Eso es tierra de nadie. No podemos hacer nada", había admitido.