Libia y Rusia firman contratos millonarios
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
Durante su visita a Trípoli, Vladímir Putin ha logrado pactos en energía, armas y ferrocarriles
El histórico viaje del presidente ruso, Vladímir Putin, a Libia ha terminado con la firma de 10 acuerdos, principalmente en los campos de la energía, armamentos y ferrocarriles. Como resultado de las conversaciones entre Putin y el líder libio Muammar Gaddafi, Rusia condonó la deuda libia que se arrastraba desde la época soviética –4.500 millones de dólares, unos 2.841 millones de euros-, pero a cambio obtuvo millonarios contratos. Esta es la misma fórmula utilizada con Argelia, en la que Rusia le condonó la deuda a cambio de venderle armas.
El más grande que se firmó durante la visita de dos días –la primera que realiza un jefe del Estado ruso a ese país norafricano- corresponde a la construcción en Libia de una vía férrea de 500 kilómetros de largo que unirá Sirt, la ciudad natal de Gaddafi, con el puerto de Benghazi. El coste del contrato es de 2.200 millones de euros y deberá realizarse en el plazo de cuatro años. Aunque no se dan detalles sobre los contratos de armamentos, la prensa rusa aseguraba que se habían preparado acuerdos de venta de armas por más de 2.000 millones de euros y se sabe que Libia estaba interesada en sistemas de misiles, cazas Mig y Su, helicópteros y buques.
Además, Gazprom ha firmado un memorando de colaboración con la Compañía Nacional Libia de Petróleo. El monopolio de gas ruso ya ganó el año pasado un concurso para explotar un yacimiento con reservas de 20 millones de toneladas de petróleo; además, tiene el 49,9% de dos concesiones de BASF donde se extraen cinco millones de toneladas de crudo al año y ahora está interesada en construir un gasoducto desde la costa libia al sur de Europa. También Lukoil tiene representación en Libia, pero esta petrolera rusa se ha encontrado con serios problemas después de que el año pasado fuera detenido Alexandr Tsigankov, funcionario suyo acusado de espionaje industrial. Libia es un país rico en hidrocarburos: sus reservas de gas están estimadas en 1,5 trillones de metros cúbicos y las de petróleo superan los 5.000 millones de toneladas. Con 1,7 millones de barriles diarios, ocupa el segundo lugar como productor de crudo en el continente. Por último, el Kremlin apoya las aspiraciones libias a desarrollar la energía nuclear.
Rusia llega al mercado libio con retraso en comparación con algunos países europeos, pero todavía a tiempo de obtener un buen trozo del pastel a repartir y recuperar parte del terreno perdido en ese país después de la desaparición de la Unión Soviética.
Concluida su visita, Putin voló a Cerdeña para felicitar a su amigo Silvio Berlusconi por la victoria en las elecciones parlamentarias