El niño sobreviviente del doble crimen de Guadalajara vivirá con su tío en Italia
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:13h
El pequeño de cuatro años que ayer quedó huérfano en Guadalajara cuando su padre mató a su madre y a la pareja de ésta, y después se suicidó, será acogido por el hermano de su madre Sylvina, en Italia.
Los Servicios Sociales de Castilla-La Mancha, que asumieron su tutela al quedarse huérfano, se lo entregarán, en acogida temporal, al hermano de la madre, Sylvina Bassari, según han confirmado fuentes de la Consejería de Bienestar Social de la Comunidad.
Sylvina carecía de familia en España. Sus padres viven en Argentina y su hermano en Italia. Ayer, los técnicos de la Consejería, en colaboración con la fiscal de Menores, pasaron el día intentando localizar a los familiares para darles a conocer el fallecimiento de Sylvina y comunicarles la situación del niño. Según las fuentes consultadas, el hermano de la víctima no dudó en hacerse cargo del pequeño.
Los técnicos de Menores esperan hoy su llegada a España para entrevistarle y comprobar que su situación es apta para el niño.
Si decide llevárselo a Italia, el trámite se complica, aseguran en la Consejería porque "habrá que traspasar la tutela (que ayer asumió el Gobierno de Castilla-La Mancha) a las autoridades italianas". Al parecer, el tío del pequeño habría comunicado su intención de emprender trámites de adopción.
Mientras tanto, y desde ayer, cuando se produjo el doble crimen, el niño permanece acogido por unos vecinos de confianza, de los pocos que en la calle Manuel de Falla tenían trato con la pareja.
Sylvina Bassari, de 34 años y origen argentino, llegó a Alovera hace año y medio, a vivir con su nuevo compañero sentimental, Andrés Marzal, un teniente tinerfeño de 38 años. La mujer salía de una relación con José Javier Lacasa, un sargento de 34, que ayer acabó con la vida de todos ellos.
Tras de sí, Sylvina dejaba una estela de denuncias por malos tratos contra José Javier. La última, puesta en septiembre de 2006, fue quebrantada por el agresor en mayo de 2007 y ayer. La privación de armas, otra de las medidas cautelares puestas por el juez en 2006, también se la saltó ayer.
Pese al tiempo pasado desde la denuncia y el quebrantamiento del alejamiento, el juzgado de instrucción número 5 de Torrejón de Ardoz (Madrid), que instruía el procedimiento, aún no había dictado sentencia. José Javier seguía en libertad.
Ayer, fuentes de la Delegación Especial del Gobierno contra la Violencia de Género, reconocían que "algo había fallado en el sistema".