INTERINO
El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
“Me dicen que durante los próximos carnavales vamos a poder deleitarnos con disfraces para todos los gustos y hasta puede que alguno, por aquello del morbo, se vista de hombre del desierto (touareg) para acrecentar la sátira y el cachondeo. Debo reconocer que a mí esta fiesta pagana no me llama mucho la atención, porque uno está harto de ver a mucha gente disfrazada todo el año, eso sí, con disfraces menos variopintos pero mucho más peligrosos porque tras ellos se esconde la maldad, la envidia, el cinismo y muchas otras ‘virtudes’ que algunos tienen y saben disimular perfectamente”. Tras su tesis carnavalesca, Lobo Cojo, también nos da una primicia: “Fuentes de mucha solvencia me han dicho que en nuestra ciudad hay un grupo de amigos que en vez de jugar a la lotería o a la quiniela, se dedican desde hace casi dos años a promover otro tipo de apuestas. Cuando el Ayuntamiento saca a concurso una obra, se reúnen, analizan los nombres de las empresas que van a litigar por la misma y finalmente se inclinan por el de aquella que ellos consideran que va a resultar la adjudicataria. El siguiente paso lo dan en una notaría de Madrid donde realizan algo así como un acta de manifestaciones en la que reflejan su pronóstico. Bien, cada uno puede jugar a lo que más le guste, pero lo curioso del caso es que - y así nos lo aseguran- hasta ahora en este juego de las adivinanzas han hecho pleno en las seis ocasiones. Qué curioso, ¿verdad?.”