El Faro | Miércoles 22 de octubre de 2014
La antorcha olímpica de los Juegos de Pekín ha estado apagada durante 12 minutos por las protestas de un grupo de manifestantes pro tibetanos .
El incidente se produjo en la segunda parada a unos 200 metros de la Torre Eiffel en un momento en el que las autoridades levantaron el dispositivo de seguridad. Tras ser apagada, al parecer por una líder verde, e introducida en el autobús la llama volvió a continuar su marcha 12 minutos después.
Con el fin evitar incidentes, las autoridades habían movilizado un dispositivo de seguridad impresionante, con unos 3.000 agentes y una "burbuja de seguridad" de 200 metros en torno a la antorcha y sus 80 portadores que se relevarán a lo largo de los 28 kilómetros del recorrido desde la Torre Eiffel hasta el estadio Charléty.
Estas medidas extremas de seguridad se habían decidido antes de que el paso de la llama olímpica este domingo por Londres generara incidentes, incluidos intentos de manifestantes de apagar la simbólica llama.
El presidente Sarkozy ha indicado públicamente en varias ocasiones que tomará una decisión sobre su asistencia a la ceremonia de apertura de los Juegos de Pekín "llegado el momento", en función de cómo evolucionen los acontecimientos.
Por otra parte, el ministro de Exteriores francés Bernard Kouchner reconoció que la secretaria francesa de Estado de Derechos Humanos, Rama Yade, había hablado de "condiciones" a la presencia de Sarkozy en la ceremonia de apertura de los Juegos de Pekín antes de retirar el término el pasado sábado.
Después de que, en una entrevista con un diario, Yade citara tres condiciones "indispensables", entre ellas que China dialogue con el Dalai Lama, para que Sarkozy fuera a Pekín, y luego negara haberlo dicho, Kouchner y el portavoz del Gobierno, Luc Chatel, insistieron en que no hay condiciones.
El temor a protestas e incidentes por la llama olímpica se ha extendido al resto de países que recibirán el fuego. Es el caso de Argentina, donde el presidente del Comité Olímpico argentino, Juilo Cassanello, ha manifestado que "no puedo prever lo que va a pasar en Buenos Aires" cuando la antorcha llegue procedente de San Francisco.
Mientras el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, ha afirmado que está "profuntademente preocupado por las últimas protestas por Tíbet.
"Estoy muy preocupado por la situación internacional que se ha creado y lo que ha ocurrido en Tíbet", señaló el presidente en una reunión de la Asociación de Comités Olímpicos nacionales. "El relevo de la antorcha ha sido el objetivo y esto nos preocupa, por eso, pedimos una solución rápida y pacífica en Tíbet", añadió.
China condena los ataques
Este domingo, el fuego olímpico sufrió un intento de sabotaje en Londres, cuando unos activistas quisieron apagarla con un extintor y arrebatársela a un par de portadores [Vea el vídeo], y se espera que las próximas etapas, como San Francisco, sean también escenarios de reivindicaciones independentistas y pro derechos humanos al paso de la llama olímpica.
El Gobierno chino ha condenado las "infames fechorías" de los manifestantes que atacaron la llama. El portavoz de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 insistió en que la antorcha representa la grandeza de los ideales olímpicos de "paz, amistad y armonía" y por este motivo China decidió enviarla hacia una procesión global para animar a la gente "a que juntos construyéramos un mejor mañana".
Los activistas escogieron puntos estratégicos en los que hacer su aparición para llamar la atención sobre el conflicto con acciones como la de intentar subirse al vehículo desde el que la antorcha partió de Wembley.